Un cuarto de siglo hace desde que Kaotiko surgiese en Agurain, después de la experiencia de Kaos Etiliko, con un nuevo disco, Mundo Kaotiko. 25 años después, la banda de punk rock se encuentra de gira con un recopilatorio, XX5, en el que han vuelto a grabar 25 temas que conforman el compendio de lo que ha sido esta agrupación a la que todavía le quedan kilómetros en la carretera. Xabi Aldaz, el batería de la banda, habla de estos años, del disco y de la energía que transmiten en sus directos. El sábado, de hecho, actuarán en Errenteria, con todas las entradas vendidas.

¿Cómo valora el cuarto de siglo que ha cumplido Kaotiko?

De forma positiva. Que sigamos 25 años después en la carretera, que la gente te siga escuchando y aguantando, no está mal. Es una cosa muy especial, un regalo de la vida que en algo que empezó y sigue como diversión, aunque ahora esté a otro nivel, siga manteniéndose tan fuerte como el primer día. Seguimos con las mismas ganas e ilusión, y con las mismas ganas de querer criticar y de contar cosas.

¿Cómo recuerda los inicios?

Cuando entramos a grabar el disco del 25º aniversario me entró una especie de emoción, escalofríos y nostalgia muy grande. Volver a grabar en el estudio canciones que fueron las primeras de la historia de Kaotiko fue para mí como volver a ese Xabi de hace 25 años que tenía esas ganas de comerse el mundo, que con el paso del tiempo se han ido incrementando. Seguimos queriendo vivir todo esto de una manera muy intensa.

¿Hace 25 años imaginaban que un cuarto de siglo después seguirían en activo? 

No te voy a decir ni que sí, ni que no. Creo que todos los componentes de la banda coincidimos en que arrancamos una aventura sin poner fecha de caducidad. Lo que queríamos era divertirnos, que es lo que hacemos a día de hoy. Mucho de lo que Kaotiko representa es eso: que somos una familia, que nos divertimos y que, aunque a veces transmitamos un mensaje crítico con la realidad socio-política, trabajamos para que el oyente también se evada del mal rollo que impera en la actualidad.

Se suele decir que el rock ha muerto. ¿Coincide?

No creo que sea del todo cierto. Es cierto que cada vez hay más estilos. Todo es cíclico. Lo que ocurre es que hoy en día nos hemos convertido en unos trituradoras de música. La consumimos a velocidades que nunca hubiese llegado a imaginar. Un día escuchamos un disco y al día siguiente ya lo hemos olvidado porque estamos escuchando otro. Eso tampoco es bueno, porque impide que las bandas emergentes acumulen escuchas. Quitando gente que, como nosotros en su día, tiene algo de suerte, es muy difícil que las bandas tengan un recorrido mayor, como el que se tenía antes. Hay más dificultades para el rock, sobre todo, si cantas y criticas determinadas cuestiones: te censuran, no tienes el apoyo de determinados medios y de las radio fórmulas, olvídate. 

Y la actitud punk ante la vida, ¿esa permanece? 

Sí, la notamos. Hay muchísima gente que sigue escuchando el rock, el punk o el heavy con contenido y mensaje. Lo que ocurre es que, quizá, se ve menos. Al público más joven le cuesta entrar. Yo con ocho años escuché a Iron Maiden y me hice fan. Hoy en día es raro que un chaval de esa edad escuche, por ejemplo, a Kaotiko, tira más a lo que oyen los futbolistas o lo que se escucha en la radio fórmula como el trap o el reggeton.

¿Considera que el público ha envejecido con Kaotiko o ha habido una renovación entre los aficionados?

La gente que comenzó a seguirnos hace 25 años ha tenido familia y vienen a los conciertos con sus hijos o hijas. E, incluso, ha habido gente que ya era mayor entonces, que ha venido con sus hijos y también con sus nietos, como nos pasó el otro día en el concierto que dimos en Iruñea. Que haya tres generaciones de una familia en uno de nuestros conciertos es la hostia. Eso hace que Kaotiko también perdure.

¿Considera que el público ha envejecido con Kaotiko o ha habido una renovación entre los aficionados?

La gente que comenzó a seguirnos hace 25 años ha tenido familia y vienen a los conciertos con sus hijos o hijas. E, incluso, ha habido gente que ya era mayor entonces, que ha venido con sus hijos y también con sus nietos, como nos pasó el otro día en el concierto que dimos en Iruñea. Que haya tres generaciones de una familia en uno de nuestros conciertos es la hostia. Eso hace que Kaotiko también perdure.

No muchos podrán hablar de algo así.

No sé por qué ha ocurrido, no sé cuál es la fórmula del éxito. Nosotros seguimos intentando las cosas como creemos que hay que hacerlas, con ilusión y manteniendo nuestra esencia: con mensajes alegres y, cuando hace falta, con mensajes críticos. El grupo se ha mantenido en el tiempo pero la pena es que canciones de hace 25 años que denunciaban lo que no estaba bien, sigan vigentes hoy en día. Es cierto que hoy en día escribiríamos de otra manera, pero aquellas letras valdrían igual, lo que dice mucho de cómo va esta sociedad y hacia dónde nos arrastran los magnates, banqueros, políticos, jueces y demás.

Habla mucho del mensaje, pero el disco del 25º aniversario es una nueva grabación de canciones de este tiempo. ¿Tienen letras nuevas para un nuevo álbum? 

Sí. Siempre estamos en el local trabajando con temas o ideas nuevas. No hay canciones suficientes como para hacer un disco de inmediato, pero hay trabajo adelantado para tres posibles discos. La gente que quiera a Kaotiko, va a tener para rato todavía. El disco recopilatorio por los 25 años ha sido un regalo para nosotros mismos y para la gente, no algo de relleno.

‘XX5’ está compuesto por 25 temas que suponen un compendio de lo que ha sido Kaotiko en este tiempo. ¿La selección fue difícil?

No ha sido fácil. De 140 canciones que tenemos, elegir 25 ha sido como elegir a quién quieres más, a tu hijo o a tu hija. Es cierto que hay diez o doce temas más antiguos que todos los de la banda teníamos claro que debían estar en el álbum. Asimismo, no queríamos orientar todo el disco como si fuese un directo, lleno de canciones míticas. Así, hemos metido canciones menos habituales en los repertorios de directo, pero que sí tienen importancia en los discos. Un ejemplo podría ser Al final del túnel.

El disco fue producido por Jimmy de Soziedad Alkoholika y grabado por Haritz Harreguy. 

Con Soziedad Alkoholika hay amistad de muchos años. Creíamos que Jimmy era la persona idónea y que mejor iba a comprender el sonido que buscábamos en el disco. Buscábamos mantener lo original, pero con el punch que nos podía dar Jimmy. Y así ha sido. La gente nos está diciendo que los temas suenan a lo que son, pero suenan actuales también.

Celebran el aniversario con una gira y el sábado actuarán en Errenteria, con todas las entradas agotadas.

Arrancamos la semana pasada en Iruñea con todo agotado, al igual que en Errenteria, Bilbao y Zaragoza. En el resto de fechas, ya en el Estado español, las ventas van muy avanzadas. ¡Es la hostia! No imaginas que vas a arrancar una gira así. Lo que ofreceremos será toda nuestra energía y un repertorio diferente al de las últimas giras, con canciones que hace años que no tocamos. Va a ser algo memorable.