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Harkaitz Cano y Aitor Baztarrika son reconocidos con el Premio Lauaxeta

La Diputación vizcaina reconoce al lasartearra por su poesía y al hondarribiarra por su documental sobre Jesús Carrera

Harkaitz Cano y Aitor Baztarrika son reconocidos con el Premio LauaxetaJose Mari Martinez Bubu

Donostia – La Fundación Labayru ha recibido el Premio Lauaxeta de Honor 2024 por su trabajo a favor del euskera y la cultura vasca. Oihane Zuberoa y Harkaitz Cano, en la categoría de Poesía, y Aitor Baztarrika, en Audiovisual, completan la lista de galardones que se entregaron ayer. “El euskera necesita personas que lo hablen; menos marketing y más coherencia”, reclamó la diputada general, Elixabete Etxanobe, en esta vigésima edición.

Desde su fundación en 1977, Labayru ha llevado a cabo una incesante labor de investigación, promoción y socialización del euskera, la cultura y el patrimonio vasco. Trabaja ámbitos como la enseñanza, la traducción, la recopilación de patrimonio popular o la lexicografía, hasta haberse convertido en una institución de referencia en la investigación y promoción de pautas de uso del vizcaino. Su directora, Igone Etxebarria, agradeció un premio que, según admitió, supone un “honor pero también un impulso para seguir trabajando a favor del euskera”, de forma que este se utilice “más y mejor en todos los ámbitos de la sociedad”. En la fundación lo entienden como una lengua, sí, pero también es mucho más. “Es cultura, historia, identidad y lo que nos une como comunidad”, destacó Etxebarria. Por todo ello, reiteró su disposición “a hacer todo lo que podamos para que el euskera sea una lengua viva en todos los ámbitos de la sociedad”.

La navarra Oihane Zuberoa relató la historia de una niña a la que, por cada poema que escribía, su padre le daba dos monedas para que no perdiera la afición. Pero no, no se refería ella; se trataba de la polaca Wislawa Szymborska, Premio Nobel de Poesía en 1996. “Yo tuve otra suerte: la de que mi aita, cuando era pequeña, me leyera poesía todas las noches. Sobre todo del libro Cuadernos de Nueva York, de José Hierro”, echó la mirada atrás. Aquellas semillas han dado su fruto y su colección de poemas Bi aldiz iraun, su segundo trabajo, la ha hecho merecedora del Premio Lauaxeta de Poesía, en la categoría de menores de 35 años, “un trabajo redondo que difumina la distinción por edades del galardón”, destacó el jurado.

En él, la de Erronkari habla de los mitos clásicos, de Aurora Luque, de Yannis Ritsos... “Del mismo modo que la memoria ocupa un lugar en sus poemas, la muerte también lo tiene, lo mismo que el olvido, el amor y las reflexiones sobre los poemas. El carácter filosófico del escritor es el eje invisible de todos los poemas y eso es precisamente lo que lleva al lector a una reflexión de disfrute”, han valorado de la obra. “Gracias a todos los que me han surtido de lectura, y a los padres, amigos, profesores y parejas que han plantado en mí la semilla de la poesía”, dedicó sus palabras Zuberoa.

Y de una joven promesa a un escritor consagrado, Harkaitz Cano, que ha logrado el Lauaxeta de Poesía para mayores de 35 años por su poemario Ulu egiteko bolondres bila, en el que lleva al lector al límite sin perder la ironía que le caracteriza y referencias culturales como un Oteiza haciendo pequeñas esculturas con tiza. “Le ha puesto, además, un título perfectamente concebido y encauzado, y es el lector el que debe andar a cada instante por detrás de la estela del escritor disfrutando y aprendiendo. Es fácil imaginar a Harkaitz Cano escribiendo este admirable libro. ¡Y menos mal que se ha tomado un hueco para ello!”, ha reconocido el jurado.

Cano agradeció el reconocimiento a la Diputación, “ya que no son muchos los premios que se centran en la poesía”, aunque advirtió de que su libro, en este caso, está “en los límites” de este arte. “Alguien dijo que la poesía era vana y omnipotente al mismo tiempo. Y lo es porque, al lado de la novela, casi nadie lee poesía y, al mismo tiempo, es el género que tiene una relación más íntima con el idioma. Es un género que hackea el sistema desde dentro”, consideró el autor de Lasarte-Oria.

Finalmente, el Lauaxeta Audiovisual ha sido para Aitor Baztarrika que, en el documental Jesus Carrera: Hondarribiko gorria realiza una “importante aportación a la memoria histórica de Euskadi, con una narración innovadora, emotiva, rica y muy necesaria”. El propio director explicó que cuando la cinta se empezó a gestar, en la exhumación en Alcalá de Henares de un militante de su localidad natal, “prácticamente nadie, ni siquiera sus familiares, conocían su historia”. La investigación les permitió ahondar en la figura de un hombre que, pese a morir fusilado con solo 33 años, llegó a ser secretario general del Partido Comunista. “Este premio nos da la oportunidad de dar a conocer quién era esta figura histórica”, agradeció. l