El Gobierno francés ha puesto en jaque a cerca de 700 radios locales con su proyecto de presupuestos para 2025. En la propuesta, el Ejecutivo de Michel Barnier quiere recortar un 30% el fondo que desde 1981 ayuda a sostenerse a una red de emisoras comunitarias que dan servicio a las comunidades más pequeñas.

El fondo no alcanza los 40 millones de euros y el proyecto presupuestario, el primero del Gobierno conservador que ha designado Emmanuel Macron tras las elecciones de verano, contempla un recorte del 30%, unos 10 millones de euros.

Las reacciones no se han hecho esperar a lo largo y ancho del Hexágono. Personalidades como la vicepresidenta del Senado Sylvie Robert o el alcalde de Montpellier, el socialista Michaël Delafosse, han recordado que estas radios comunitarias fueron “una gran conquista en 1981” y que su “asfixia financiera significa debilitar nuestras libertades. En un contexto de concentración de los medios de comunicación, su defensa es fundamental, el Parlamento debe corregir esta pésima elección”.

Los diputados de las cuatro circunscripciones de Iparralde (Colette Capdevielle, Frédérique Espagnac, Iñaki Echaniz -de NUPES- y Peio Dufau -de EH Bai-) también han firmado una iniciativa legislativa conjunta en contra de este movimiento del Gobierno francés.

El proyecto de Presupuestos se presentará el próximo martes en la Asamblea Nacional, donde desarrollará su tramitación en un contexto en el que la mayoría de Gobierno es exigua y depende tanto de la extrema derecha como del bloque ganador de las elecciones, la izquierda agrupada en la macrocoalición NUPES.

Fondo desde 1981

Estas ayudas económicas tienen su origen en la década de los 80, cuando se puso en marcha el Fondo de Apoyo a la Expresión Radiofónica Local (FSER, en sus siglas en francés). En un país de marcado carácter centralista, esta línea de ayudas económicas busca “permitir a las radios comunitarias locales (que se sitúan en alrededor de 700) llevar a cabo la misión de comunicación social” en aquellos territorios donde desempeñan su labor.

Según la información del propio Gobierno galo, en el año 2021 fueron 720 las radios locales que se beneficiaron de las ayudas del FSER, en un porcentaje medio próximo al 40% de sus recursos. 

El Gobierno francés concreta dicha misión en “fomentar los intercambios entre grupos sociales y culturales, la expresión de diferentes corrientes socioculturales, el apoyo al desarrollo local, la protección del medio ambiente o incluso la lucha contra la exclusión”.

Las emisoras de radio asociativas locales, cuya contribución al pluralismo del panorama radiofónico el Ejecutivo francés considera en su web como algo “esencial, garantizan una oferta radiofónica amplia y diversificada en toda Francia. En toda Francia, tanto en Francia como en ultramar, y en particular en los distritos políticos de las ciudades y en las zonas rurales, estos medios locales contribuyen, gracias a su densa red territorial y a su fuerte arraigo, a la vitalidad de los territorios y al fortalecimiento de los vínculos sociales”.

Afección en Iparralde

En el caso de Iparralde, la medida afectaría de lleno a las emisoras agrupadas en Euskal Irratiak, como son Antxeta Irratia (que emite desde Hendaia pero se escucha en Irun y Hondarribia), Gure Irratia de Uztaritze, Irulegiko Irratia (que cubre la totalidad de Nafarroa Beherea) y Xiberoko Botza.

La decisión del recién elegido Gobierno conservador francés, presidido por Michel Barnier, podría suponer la desaparición de más de la cuarta parte de las radios locales libres (alrededor de 200) y el despido de unas 800 personas, según el Syndicat National des Radios Libres, en un sector que emplea a algo más de 3.000 personas.