Canciones
l ‘Scared Of Fear’. Intro atmosférica hasta que se dispara con rock eléctrico y sudoroso, con furioso solo de guitarra. Habla de miedo, confusión y resistencia en estos tiempos frente a los antiguos, cuando “solíamos reír, cantar y bailar”.
l ‘React, Respond’. El título de este airado y eléctrico rock de espíritu punk lo dice todo: reaccionar, responder. Vedder escupe –a lo Anthony Kiedis– más que canta: “¿Estamos en guerra unos con otros? ¿estás en guerra contigo mismo? podríamos estar luchando juntos en lugar de pelear contra nosotros mismos”.
l ‘Wreckage’. La melodía atrapa ya antes de los bonitos coros finales: “Necesito la luz” entre evocaciones a la confusión, los errores y la oscuridad del tiempo que nos obliga a seguir “entre escombros”.
l ‘Dark Matter’. Guitarras gruesas y crujientes en el single, quizás el más convencional. Habla de demagogia, ataques a la prensa, separación entre la gente y de la necesidad del diálogo.
l ‘Won’t Tell’. Otro medio tiempo efectivo, emotivo y melódico. Necesidad de amor, de sentir al otro, de curación: “Abriría la puerta, te dejaría entrar, la abriría si vinieras, pero si no eres tú quien llama, permanecerá cerrada”.
l ‘Upper Hand’. Seis minutos de cumbre artística introducidos por un teclado espectral y misterioso que remite a su etapa más juvenil, dramática y existencial, para muchos, la mejor, la de sus crescendos.
l ‘Waiting For Stevie’ Un medio tiempo muy eléctrico con un solo casi heavy. Más necesidad de amor y de confianza para “conquistar el miedo… encontrar alivio, escapar de la culpa”.
l ‘Running’. Engaña con una caricia antes del sopapo musculoso y rockista, casi punk. Habla de la dictadura entre las parejas, de despegar, de túneles que ahogan y de la necesidad de liberación.
l ‘Something Special’. Medio tiempo dedicado a los dos hijos de Vedder. “Si pudieras ver lo que veo ahora tendrías que saber que estoy tan orgulloso”. Le canta a la obligación de superación. Entronca con Cat Stevens en su temor a la pérdida.
l ‘Got To Give’. Falsamente acústica en su inicio, es otro rock febril con un tramo final épico y ecos a The Who. Más amor, ruptura, dolor, perdón y triunfo.
l ‘Setting Sun’.
Final desnudo y acústico, con percusión minimal y tribal, alejado del sonido del resto del álbum. Podría estar incluido en la banda sonora de la película ecologista Into The Wild, que firmó Vedder. Un tema sobre aguantar y pelear. “Podríamos convertirnos en un último sol poniente; o ser el sol al amanecer, no nos desvanezcamos”.