Decir adiós a alguien nunca es fácil y, en ocasiones, es necesario buscar la mejor fórmula para hacerlo. En el caso de la escritora donostiarra Eva Garner, quien perdió a su padre hace tres años, ha encontrado el modo en un nuevo libro, El hombre de las mil radios, que sigue la estela de su anterior publicación, el poemario Cinco estaciones, para, de alguna manera, “cerrar un círculo” y, sobre todo, dejar grabada una última conversación con él.

Tras la muerte de su padre, Garner tuvo “una necesidad muy grande de hablar sobre él”. “Empecé a escribir sin ninguna idea de publicar nada. Quería mantener su memoria recopilando las cosas de su casa”, señala la autora que, tras reeditar bajo la editorial Almuzara su primer libro, pensó que también podía construir un nuevo trabajo sobre esos textos. El resultado final es, tal y como ella lo define, “un relato que contiene poesía” entre dos personas, un narrador y una protagonista, que conversan sin llegar a hablarse directamente.

Esta conversación, en realidad, es la de la propia escritora con su padre fallecido a través de la que fuera su vivienda. “Es el recorrido por esa casa y, por ello, cada capítulo está dedicado a una parte de ella, desde el recibidor a modo de prólogo hasta el ascensor, donde se da el epílogo. Con cada estancia, ella va contando cómo era él, su vida, qué le gustaba y que no…”, explica.

“Escribí sin ninguna idea de publicar nada. Quería mantener su memoria recopilando las cosas de su casa”

Eva Garner - Escritora

En ese recorrido, además, va recogiendo diferentes objetos personales de su padre y, al final, realiza un inventario de recuerdos con ellos. “Es un relato de un día en un lugar y no hay conversación directa, pero sí la hay en esa voz poética en la que se pregunta cosas sobre él”, argumenta la escritora, quien asegura haber disfrutado de la experiencia de construir esta historia hasta el punto de que se plantea escribir una novela en el futuro.

El valor de la música

Junto a estos objetos, cobran una notable importancia las radios y la música. “Era un amante de la música clásica y siempre tenía una radio encendida en cada habitación. En su recorrido, cada vez que la protagonista entra en una estancia enciende una radio y escucha diferentes composiciones”, explica Garner, quien ha seleccionado en una lista las obras que más le gustaban a su padre sin repetir ningún autor ni nacionalidad: “Siempre decía que le gustaba la música de todos los lugares del mundo”.

La lista completa está disponible a través de un código QR que incluye un book trailer del libro y fotografías de algunos de los objetos que se narran en el texto, como su pipa y cenicero y vinilos. “Me da mucho pudor haberme expuesto tanto”, confiesa la escritora quien confía, en que la historia conecte con los lectores que también han perdido a alguien cercano. “En el libro también es importante lo que no se cuenta. Son cosas que no se explican porque quiero hablar de la historia del hombre de las mil radios y no desviarme. Al final, el libro no solo habla de mi aita, también habla de mí”, apunta.

Este trabajo finaliza un círculo que inició con su anterior poemario. “Cinco estaciones cerró etapas de mi vida a un nivel más sentimental, porque hay desamor y también hablo de la relación con mi hija tras separarme, y en este termino con otros aspectos”, indica sobre una publicación de la editorial catalana Ediciones Oblicuas que presentará en las próximas semanas en diferentes lugares.

“Al regresar a su casa, encontré un escrito de mi aita en el que decía que tenía una nueva ilusión: dejar algo escrito. Ese fue el click que hizo que lo publicara y dejar, así, algo a partir de él”, concluye.