El Gremio de Librerías de Gipuzkoa ha otorgado el Euskadi de Plata en la categoría de Ilustración a Pep Domingo Nadar, autor habitual de la editorial vasca Astiberri. Los libreros lo han reconocido por dos trabajos publicados en 2022, Fatty. El primer rey de Hollywood, escrito por el guionista Julien Frey y centrado en la figura de el actor y director de cine mudo Roscoe Arbuckle, Fatty, padrino de Buster Keaton y Charlie Chaplin, y Transitorios, recopilación de cuatro historias autoconclusivas más personales dibujadas y escritas en solitario por el propio Nadar. El autor participará este jueves por la tarde, a las 19.00 horas, en un encuentro moderado por la periodista Ruth Pérez de Anucita, en la sala Ruíz Balerdi de Tabakalera.

¿Cómo recibe este premio?

Es muy bienvenido porque el trabajo del autor de cómics suele estar en la sombra y nos ayuda a salir de ella. Trabajamos de forma muy íntima y siempre tenemos el sambenito de la cuestión marginal del tebeo. Que nuestro trabajo pueda llegar a neófitos del cómic siempre es increíble y halagador. 

El Euskadi de Plata lo otorgan los libreros de Gipuzkoa que ejercen, a su vez, de prescriptores ante esos neófitos. 

Es muy bonito. Son los guerreros que están a pie de calle. Es un lujazo que los libreros hayan pensado que mi obra merece esta distinción por encima de tantas otras. No puedo estar más que contento y ufano.

Se lo conceden por ‘Fatty’ y por ‘Transitorios’, ambas publicadas en 2022. Publicar dos cómics en un año es mucho en los tiempos que corren. 

(Ríe) Si he de confesar algo, el año pasado fue infernal a nivel laboral. Me metí en camisa de once varas, aunque reconozco que salió bien la cosa (vuelve a reír). Fue duro porque coincidió Fatty, en la que sólo ejercí de ilustrador, con Transitorios, en el que me encargo del guion y el dibujo. Es cierto que tenía tantas cosas que sacar adelante Transitorios que pensé que juntar el trabajo de ambos tebeos con tener un bebé era una buena idea (ríe). Este tipo de premios demuestran que el esfuerzo mereció la pena y que has llegado a la gente.

Son dos trabajos muy distintos. En ‘Fatty’ vuelve a colaborar en un trabajo de corte histórico con el guionista Julian Frey, con el que ya hizo ‘El cineasta’ (2020) y ‘Justin’ (2021). ‘Transitorios’, en cambio, es un álbum mucho más personal. 

Sí. Eran cuatro relatos que tenía escritos hace tiempo. Mi idea era hacer algo modesto, pequeñito, sin demasiada pretensión. Los otros trabajos suponían un sacrificio superior, por ejemplo, en cuanto a la documentación histórica se refiere. En Transitorios quería contar algo que me interesara a mí, algo personal. Mi colaboración con otros guionistas y Transitorios responden a necesidades personales distintas. Me interesan historias como las de Fatty pero es cierto que entran, diríamos, en mi carril profesional. En cambio, Transitorios es algo para salir de la rutina.

‘Fatty’ se podría colocar en las mismas coordenadas que ‘El cineasta’, al recuperar a un personaje de la historia del cine. En ‘Justin’ se sumerge en la II Guerra Mundial. Deberá ser muy exhaustivo para recrear esos ambientes en sus ilustraciones. 

Si basas una historia en el Hollywood de los años 20, obviamente, tienes que documentarte. Es cierto que me gustaría ser más laxo y meter algo inventado, pero en esos casos he sido bastante exhaustivo en las investigaciones y Julien también me ayudó mucho en ello con películas, documentales o fotografías. En el caso de Fatty, la edad dorada del cine mudo en Hollywood está bastante documentada. En cambio, El cineasta, que se centra en la nouvelle vague, fue más difícil, hay poca cosa con la que se puede trabajar.

"Todos los códigos de censura que se instauran pueden ser abolidos, pero no desaparecen, siempre quedan en el ADN de las cosas"

Entiendo que en ‘Transitorios’ la creación es mucho más libre.

Esa era la idea, tener libertad para crear y experimentar con universo que surge desde el corazón y la cabeza.

‘Fatty’ se ambienta en los años 20 del siglo pasado pero trata un tema muy actual: el juicio mediático y la cancelación del artista.

La idea de Julien era esa, tenía esa obsesión. Fue el primer caso mediático de Hollywood y la primera caza de brujas deliberadas que hubo en aquella época en el mundo del cine. Nos hemos centrado también en cómo la prensa tenía el poder de hundir a una persona, que fue lo que ocurrió. Muchas veces he pensado que es algo, incluso, que va en contra del signo de los tiempos. Fatty fue acusado de violar y matar a una actriz y luego se demostró que era inocente.

Hablan en la obra de William Randolph Hearst, el poderoso líder mediático que se la tenía jurada a Fatty, y de William H. Hays, padre del Código Hays de censura que tantos quebraderos de cabeza trajo a los creadores y al arte. Casi un siglo después, parecen seguir resonando.

Todos los códigos de censura que se instauran pueden ser abolidos, pero no desaparecen, siempre quedan en el ADN de las cosas y modifican las formas de entenderlas. Eso es muy peligroso. En el mainstream, en los blockbusters, hay cosas que ni se les pasaría por la cabeza incluir en las películas. Hay cosas que se consideran sagradas y punto. Es posible que sea así porque son cosas que llevan años censuradas. Quien no seguía esas normas, como el caso de Fatty, no tenía derecho a hacer películas, ni a actuar.

‘Transitorios’ incluye cuatro historias autoconclusivas, pero parece que subyace un tema recurrente en todas ellas: las relaciones intrafamiliares.

Es curioso porque no eres el primero que me lo dice, aunque creo que es algo de lo que no fui muy consciente. No suelo trabajar con una escaleta en la que anoto los temas a tratar, me gusta que surjan. En Transitorios me centro en lo que sucede de una manera más epidérmica, claro, supongo que ahí habrá algo que quiero contar, aunque no siempre lo tengo claro. El lector, posteriormente, hace nuevas interpretaciones y eso es bonito. Puede ser cierto, por los tebeos que he ido haciendo, que las relaciones intrafamiliares forman parte de mis preocupaciones o de las cosas que me interesan. Puede que haya algo ahí que siempre subyace y de lo que no puedo abstraerme.

Estas cuatro historias también parecen transmitir otras en las que todo no es lo que parece en un inicio.

Ahora que vivimos en un mundo donde la gente tiene opiniones sobre todo, los bandos son tan claros y las opiniones son categóricas, yo me posiciono al otro lado. Las cosas nunca son como parecen, suelen tener bastante rebaba y múltiples caras.

¿Está trabajando en algo nuevo?

El año pasado publiqué en Francia otro álbum con Julien Frey que no ha visto la luz en el Estado. En un inicio, Astiberri no lo traerá, no sé si lo hará otra editorial. La colaboración con Julien ha terminado y estoy trabajando con otro guionista en Francia sobre una historia que tiene relación con Truman Capote y con la película en la que Richard Brooks adaptó A sangre fría. En Francia verá la luz a mediados del año que viene. A su vez, estoy escribiendo un guion en solitario de una historia larga.