Querido y valorado por la totalidad del sector musical vasco, el oñatiarra Jonan Ordorika, reconocido productor y técnico de sonido, un hombre clave entre las bambalinas, falleció este lunes a los 55 años de edad a causa de un problema derivado del corazón.. El técnico era hermano menor del cantautor Ruper Ordorika que, como otros muchos, confió a Jonan el trabajo de grabación y masterización de sus discos. Desde hace más de una década, el productor desempeñaba su trabajo desde Azkarate (Navarra), donde se sitúa Mamia Estudioa, su centro de mando. Por allí han pasado, además de su hermano, artistas como Joseba Irazoki, Rafael Berrio, Gose, Willis Drummond, Joseba B. Lenoir y Tenpora, entre otros. Además, Ordorika también trabajó y colaboró con otros músicos y bandas como Rafa Rueda, Betagarri, Joxe Ripiau, Glaukoma, Audience y Joserra Senperena, pianista donostiarra que ha sido el primero en dar a conocer este martes a través de la red social Twitter el deceso del productor. “Ez adiorik, Jonan Ordorika”, ha publicado Senperena, abriendo la espita para una multitud de mensajes de apoyo y recuerdo de Ordorika.
Además de su trabajo en Mamia, Jonan también trabajó como ingeniero de sonido para los estudios Katarain, que permanecieron en activo entre 1995 y 2015 en el caserío Arguiñenea de Azkarate, por el impulso de Ángel Katarain y la también desaparecida productora y manager Amaia Apaolaza. Precisamente, fue en Katarain donde se grabó en 2014 uno de los discos más reconocidos de Jonan Ordorika en calidad de productor, Mila esker. A tribute to Lou Reed, en el que músicos como Anari, Gari, Evaristo, Petti, Gorka Urbizu o Ruper homenajearon al neoyorquino, trayendo algunas de sus más célebres canciones al euskera.
El cicerone de Lou Reed
Jonan descubrió la música de Reed en una ocasión en la que su hermano mayor llegó a casa con un vinilo del disco Transformer. Jonan no había cumplido diez años aún. “Desde ese disco en adelante, todo fue Lou para mí”, reconoció el propio técnico en una entrevista concedida a este periódico en 2014. De hecho, la relación con el que fuera líder de The Velvet Underground no era mera admiración, tuvieron oportunidad de conocerse y de establecer una amistad, gracias a la intermediación del bajista Fernando Saunders, habitual en la alineación de las bandas de Reed desde los 80 y al que Ordorika también admiraba. Es más, el propio Saunders participó en Mila esker -disco publicado en 2014, un año después del fallecimiento del estadounidense-, junto con otros artistas cercanos a Reed como la violonchelista Jane Scarpantoni y el guitarrista Mike Rathke. Esto, indudablemente, otorgó una nueva dimensión al homenaje.
Un concierto que el bajista ofreció en el Kursaal a principios de este siglo fue el que posibilitó la conexión entre Azkarate y Nueva York. Jonan Ordorika consiguió acceso al backstage para que Saunders le firmase su último LP en solitario. Ahí comenzó a forjarse su amistad, una amistad tan grande que hizo que el bajista estadounidense colaborase en Hurrego Goizean, el disco que su hermano Ruper publicó en 2001. Esa experiencia trajo a Saunders hasta Azkarate, visita en la que quedó prendado del paisaje navarro y de las cuajadas.
Cuatro años después, tras un concierto con la banda de Lou Reed en Madrid, el guitarrista y cantante y el bajista recalaron en el caserío de Jonan en Navarra, acompañados por el profesor de tai-chi de Reed. Como le había pasado previamente a Saunders, Reed quedó enamorado del entorno, la comida y de lo vasco en general. Todo gracias a Jonan Ordorika.