En el balcón vacío será la película que complete la cartelera de la sección Klasikoak del Zinemaldia que comenzará el próximo 19 de septiembre. La obra, restaurada por la EQZE, que ha habilitado una página en su portal web con la historia y los detalles del trabajo realizado, traslada a la gran pantalla las vivencias de María Luisa Elío, una escritora y actriz pamplonesa que durante su infancia tuvo que exiliarse junto a su familia a México a causa de la Guerra Civil.
Filmada y dirigida en 1962 por José Miguel (Jomí) García Ascot y basada en las memorias de Elío, la cinta el filme se convirtió en un hito del cine del exilio, ya que se trata de la primera obra cinematográfica sobre la Guerra Civil realizada y protagonizada por exiliados republicanos. La producción vio la luz cuando la dictadura franquista todavía seguía en pie.
La película nació en un contexto adverso y con un presupuesto muy ajustado que se acercaba a unos 37.000 euros de 2025. Se rodó en 16 mm durante cuarenta domingos, porque el trabajo se llevó a cabo entre amigos y familiares que se reunían en su tiempo libre para hacer las funciones de un equipo técnico y artístico. No obstante, y a pesar de que nació como un proyecto “artesanal”, En el balcón vacío pronto se convirtió en símbolo de resistencia cultural.
“La película paradójicamente no es tan conocida en México porque fue completamente independiente, sin estreno comercial. Nació como un manifiesto del Grupo Nuevo Cine, compuesto por jóvenes inspirados por las corrientes críticas europeas que entendieron que no bastaba con escribir sobre cine: había que hacerlo”, ha explicado Luis Alberto Juárez Pineda, director de la restauración.

Juárez comenzó este trabajo como su proyecto de fin de máster en el Elías Querejeta Zinema Eskola. “Para mí, este momento es la culminación de un sueño de dos años. Ha sido un proceso muy gratificante, no solo por lo que aprendí, sino también por el apoyo recibido y por haber descubierto la generosidad de los archivos de México, España, Francia y Suiza. Restaurar esta película ha sido también un ejercicio de agradecimiento y cooperación”, ha añadido.
Un puente entre Navarra y México
La restauración ha contado con el apoyo del Gobierno de Navarra. El director general de Cultura, Ignacio Apezteguía, ha subrayado la importancia de recuperar una obra “íntimamente vinculada con su historia”, y ha destacado que “la recuperación de En el balcón vacío constituye un proyecto de gran relevancia cultural y memorial. Además de la restauración técnica, se trata de devolver a la ciudadanía un testimonio esencial de su historia reciente”.
El vínculo de la producción con Navarra es evidente. Y es que María Luisa Elío, nacida en Pamplona en 1926, tuvo que huir junto a su familia tras el golpe de Estado franquista. Su padre, juez de paz y republicano, sin embargo, desapareció en los primeros meses de la contienda. Ya en México, Elío se integró en la vida cultural del país, colaboró con escritores como Octavio Paz y mantuvo amistad con Gabriel García Márquez, quien le dedicó la primera edición de Cien años de soledad.
Memoria y futuro
El proceso de reparación de la obra se llevó a cabo a partir de materiales conservados en la Filmoteca mexicana UNAM, donde se escaneó un negativo de 16 mm en resolución 2K. Posteriormente, el trabajo digital se realizó en los laboratorios de EQZE bajo la coordinación de Juárez, y se ejecutó cuadro a cuadro para eliminar rayas, manchas y roturas, tratando de respetar los empalmes originales del montaje. Los trabajos se extendieron durante casi dos años.
Ahora, la obra restaurada se estrenará en el Zinemaldia y su director, José Luis Rebordinos, ha querido subrayar las conexiones formales de la cinta con otros grandes títulos sobre la memoria de la Guerra Civil: “Los trabajos como este tienen una especial importancia porque preservan películas que, de otro modo, probablemente no se podrían ver en estas condiciones. Eso es un éxito de la escuela”. Cabe recordar que, además de que el filme no se había podido ver en muchos salas, la calidad de la producción ya no era la idónea para ello.
La restauración no solo permite que En el balcón vacío se proyecte en Donostia junto a otros clásicos del cine, sino que abre un nuevo ciclo de difusión internacional para la obra. La cinta, que en 1962 obtuvo el Premio FIPRESCI en Locarno y el Janus de Oro en Italia, podrá ahora ser redescubierta por nuevas generaciones. Tras pasar por el festival donostiarra, también se proyectará en Pamplona y Tafalla. Rebordinos ha afirmado que “este ‘reestreno’ de la película abrirá nuevas puertas para que se proyecte a nivel internacional”. Apezteguía, por su parte, ha realzado el Zinemaldia y ha asegurado que “su selección constituye un reconocimiento de primer nivel y demuestra que esta recuperación ha trascendido lo local para situarse en el mapa cultural global”.
En esta misma línea, la diputada de Cultura, Goizane Álvarez, ha resaltado que En el balcón vacío “nos conecta con el pasado y, al mismo tiempo, proyecta la Elías Querejeta Zinema Eskola hacia el futuro, reafirmando su papel como referente internacional en la conservación, investigación y creación cinematográfica”.
De este modo, la voz de María Luisa Elío, marcada por el exilio y la memoria de su Pamplona natal, vuelve a resonar seis décadas después con su vuelta a la gran pantalla. Tal y como ha señalado Juárez en la presentación, “espero que la película y la historia de la familia de María Luisa conmuevan al público tanto como me ha conmovido a mí en estos últimos dos años”.