La lucha feminista en Errenteria sigue muy viva. En la tarde de este jueves, dentro del Festival de Cine y Derechos Humanos, el Victoria Eugenia acogerá la proyección de Las buenas compañías, una película de ficción ambientada a finales de los 70 en este municipio guipuzcoano y centrada en la red de mujeres que, entre otras batallas, ayudaban a cruzar la muga para garantizar el aborto libre y digno. La catalana Sílvia Munt dirige este largometraje que ha coescrito con el legazpiarra Jorge Gil Munarriz, del que partió la idea de construir una ficción sobre una historia tan cercana pero, a la vez, “tan desconocida”.

El guionista presentado la película esta mañana en el teatro junto a las actrices Elena Tarrats y Alicia Falcó, y a Arantxa Olañeta, del Grupo de Mujeres de Errenteria. Tras su paso por el último Festival de Málaga, con premio incluido, y su presentación en Donostia dentro de este festival, Las buenas compañías llegará a los cines el viernes de la semana que viene, 6 de mayo, 38 años después de que se despenalizase el aborto en el Estado. No obstante, aunque han pasado casi cuatro décadas, el debate sigue vigente a causa de sectores reaccionarios que buscan ir hacia atrás en lo que a derechos se refiere. Por ejemplo, países como Estados Unidos, Polonia y Malta cuestionan, censuran o, directamente, prohiben la posibilidad de un aborto libre y digno. “Ante el retroceso en materia del aborto, desempolvaremos las pancartas y recuperaremos las consignas”, ha asegurado combativa Olañeta, antes de dar un dato espeluznante: el 45% de los abortos que se producen de forma clandestina con el consabido riesgo para la mujer.

Alicia Falcó interpreta a Bea, una joven de 16 años de clase trabajadora. Su madre, a la que encarna Itziar Ituño, trabaja limpiando la casa de una familia acomodada. Es allí donde Bea conoce a Miren (Elena Tarrats) de la que se hará amiga y a la que acercará en el movimiento feminista de Errenteria. En el trasfondo político de la cinta resuena la Ley de Amnistía de 1977 y también el proceso contra Las once de Basauri, un grupo de mujeres que fueron procesadas acusadas de haber abortado, de haber practicado abortos o de haber incitado a esta práctica.

'Las buenas compañías', del corto a la película

En el origen de esta ficción se encuentra un cortometraje documental del mismo título, Las buenas compañías, que surgió como resultado de la participación de Bertha Gaztelumendi, Nuria Casal y Laida Zabala en un curso de guion de Larrotxene Bideo que impartió Gil Munarriz. El cortometraje salió adelante pero el poso de la historia quedó en la mente del escritor, que decidió volver al Grupo de Mujeres para plantearles la posibilidad de llevar su historia a la gran pantalla como ficción. “Pusimos el énfasis en que fue algo colectivo”, ha contado Olañeta que, con 16 años, los mismos que el personaje de Bea, conoció esta red como “usuaria”. De hecho, aunque la película se centra en el colectivo feminista de mujeres de esta localidad de Gipuzkoa, la activista destaca que eran sólo “un nodo más” de una red más grande.

Las buenas compañías se centra en la lucha colectiva, sí, pero lo combina con un punto de vista y una lucha “personal” de la protagonista, dibujando un coming-of-age sobre una joven que busca su identidad en un mundo en el que sólo podía esperarse de la mujer que estuviese supeditada al hombre y a su manera de hacer, amar y desear.

Tras quedar finalista en un concurso con una de las primeras versiones del guion, la productora catalana Overon se interesó por el proyecto y puso el nombre de Sílvia Munt sobre la mesa. La directora y también actriz aportó “verosimilitud”. No en vano, según explicó Gil Munarriz, nacido en 1981,  Munt, de 66 años, conoció de primera mano aquella época y vivió de cerca hechos similares a los que se narran en su largometraje. A la escritura el Grupo de Mujeres también aportó su experiencia y conocimiento. “Nunca me he encontrado con gente que recibiera nuestras aportaciones de una manera tan abierta”, ha contado Olañeta.

Nuevas generaciones

A su paso por el Festival de Málaga, Las buenas compañías recibió la Biznaga del Jurado Joven, algo que a juicio de las actrices protagonistas demuestra que aquellas causas que ahora se redescubren mediante un proceso colectivo de memoria llegan a conectar con las nuevas generaciones, de la misma manera que ellas, actrices jóvenes que no vivieron aquellas luchas (Alicia Falcó tiene 20 años y Elena Tarrats tiene 29), han empatizado con la lucha de este colectivo. “Queremos que las mujeres que vivieron esto estén orgullosas de cómo lo hemos contado”, ha deseado Falcó. Olañeta, por su parte, se ha mostrado “agradecida” por la “valentía” del equipo que ha creído en esta historia, puesto que ha abierto camino para que lleguen “más historias” de la lucha: “El movimiento feminista está repleto de acciones transgresoras y radicales que no os podéis ni imaginar. Una película no, podemos hacer una serie con varias temporadas”.