Hace tres años, Tabakalera inició una nueva línea de trabajo enfocada en la investigación creativa desde lo científico y lo tecnológico. En este tiempo, el centro donostiarra ha presentado varias piezas con colaboradores como el DIPC (Donostia International Physcis Center) y Tekniker y, ahora, el proyecto suma un nuevo impulso de la mano de Alemania, ya que Tabakalera recibirá 300.000 euros al formar parte del programa CIRCE (Creative Impact Research Centre Europe) junto a cuatro espacios más. Además, el Basque Culinary Center y el BCBL (Basque Center on Cognition, Brain and Language) se suman a la iniciativa.

2023 se presenta como “un año intenso con propuestas ambiciosas” para Tabakalera. Así lo ha asegurado este miércoles Clara Montero, directora cultural del centro, durante la presentación del proyecto Arte, Ciencia, Tecnología y Sociedad para este ejercicio, que será más internacional que nunca gracias al acuerdo alcanzado con el Gobierno alemán para ser parte del proyecto CIRCE. “Queremos ser un equipo de reflexión y reforzar las propuestas artísticas en época de crisis. Necesitamos expertos que naveguen en lo desconocido y, para ello, es fundamental la colaboración, la financiación y las políticas compartidas”, ha señalado Teresa Koloma Beck, del programa alemán.

Gracias a este acuerdo, Tabakalera recibirá 300.000 euros dirigidos a cuatro proyectos que propongan una colaboración entre artistas y organizaciones no culturales a través de la práctica artística. “Tabakalera es un centro esencial para CIRCE. Ya cuenta con proyectos colaborativos y, además, es un lugar público y abierto a la ciudadanía, por lo que tiene que no es ajeno a los desafíos de la sociedad que debemos afrontar”, ha agregado Koloma Beck.

Junto al centro donostiarra, el programa incluye cuatro espacios europeos más: el u-Institut, de Berlín; la Universidad de la City, de Londres; Garage48, de Tallín; y el Centre for Creative Economies (ZCCE), de Zurich. Así, a través de una red disciplinar con sede en Berlín, pero laboratorios de investigación en otros cuatro países, CIRCE tratará de aunar fuerzas para “trabajar desde hipótesis con creadores y científicos que abran las puertas a nuevas ofertas laborales y estudiar qué metodología es necesaria para ello”.

Cuatro proyectos desde Donostia

En el caso de Tabakalera, el centro volverá a contar con sus dos colaboradores habituales, el DIPC y Tekniker, y suma dos nuevos más, el BCBL y el Basque Culinary Center a través de su línea de investigación, el BCC Innovation. Aunque los cuatro proyectos no se presentarán hasta noviembre, en el acto celebrado en Donostia se dieron las primeras pinceladas en torno a ellos.

El DIPC presentará Future Storage, un proyecto que analizará “el impacto social, económico y ecológico del almacenamiento de datos”. “Queremos descubrir el precio por estar haciéndolo”, ha explicado Ricardo Díez Muiño, director del centro donostiarra. Para ello, la arquitecta Marina Otero y el ingeniero de la NASA Eduardo Bendek plantearán modelos experimentales que rediseñarán la relación con los datos, su producción, consumo y preservación.

Por su parte, Tekniker y la artista Amaia Vicente colaborarán en el estudio de la relación entre seres humanos y máquinas a partir de los exoesqueletos. Tal y como ha indicado Luis Uriarte, director general de la empresa de Eibar, ésta aportará el soporte con el que Amaia Vicente indagará “en la confianza” entre ambas partes.

El BCBL se estrenará con “una exposición experimental” que explorará cómo la inteligencia artificial (IA) puede ser utilizada para crear arte que sea inesperado y sorprendente. Así, la investigadora Manuela Ruzzoli y la artista Laura MM elaborarán un algoritmo de IA que se usará como herramienta creativa actuando en la teoría de la violencia de la expectativa, esto es, en situaciones en las que la mente reacciona a un estímulo no previsto.

Por último, BCC Innovation imaginará “la comida del futuro” con Food Fictions, en el que chefs del centro tecnológico investigarán cómo la estimulación de los diferentes sentidos puede influir en cómo percibimos lo que comemos. “Será un maridaje distinto para nosotros”, ha reconocido Begoña Rodríguez, directora del BCC Innovation.

Todos los miembros del programa CIRCE, incluyendo a los de los otros laboratorios de investigación, se reunirán en junio en Tabakalera en un encuentro anual pata poner en común los procesos de trabajo.