Cirque du Soleil recalará durante cinco días de julio en la plaza de toros de Illunbe, en Donostia, donde presentará su más reciente espectáculo, OVO, un trabajo en el que, gracias a una enorme –y metafórica– lupa, pondrán el foco en aquellos ecosistemas que están a nuestros pies. La concejala de Impulso Económico de la capital, Marisol Garmendia, acompañada por la responsable de comunicación de este circo, Janie Mallet, y por dos de los principales intérpretes de esta producción, Svetlana Delous y Jorn De Laender, han comparecido este lunes en el consistorio donostiarra para desgranar los detalles de OVO a su paso por la capital de Gipuzkoa entre el 19 y el 23 de julio.

Centrado en los elementos acrobáticos de las artes circenses, la compañía presenta un espectáculo que hará las delicias de todos los miembros del hogar. Su ubicación en el coso taurino corresponde, ha defendido Garmendia, a un intento de reivindicar la capital como plaza de destino de grandes espectáculos culturales. No en vano, el posicionamiento de la urbe ha ido a menos durante la última década, haciendo que la ciudad quede fuera de los itinerarios de las principales giras escénicas y musicales, debido a la falta de un recinto de actividades que cumpla con las expectativas de los promotores internacionales.

Cirque du Soleil aterrizará en Illunbe con un espectáculo que cuenta con un elenco de un centenar de artistas procedentes de 25 países distintos. De ese centenar, más de la mitad, ha explicado Mallet, participa ante el público en escena. 

Bailarines, gimnastas, acróbatas... se harán pequeñitos para interpretar a una colonia de insectos rica en diversidad, a la que, de improviso, llega una mosca viajera –Jorn De Laender– que porta un huevo en la espalda –Ovo significa huevo en portugués–. 

Todo esto se acompañará con una escenografía e iluminación que añadirá “tonos cálidos” a la ya de por sí colorida propuesta . “Es un espectáculo que trata sobre cómo nos adaptamos a los cambios”, ha expuesto la responsable de comunicación, al tiempo que ha añadido que el objetivo de la compañía canadiense con este y otros espectáculos es seguir “trayendo felicidad” a toda la familia.

El cuidado del medio ambiente y la lucha contra la crisis climática son los temas principales de este espectáculo de grandes -y pequeñas- dimensiones que llevará hasta la arena de Illunbe, entre otros elementos escenográficos, una flor mecánica de nueve metros de altura. El propio huevo –un elemento hinchable–, tiene unas dimensiones de siete por ocho metros. Entre la plaga de insectos que poblarán la plaza de toros finales del mes de julio, el público donostiarra también podrá deleitarse de los increíbles saltos de los grillos, así como del encanto de la mariquita o de la lumbre de las luciérnagas.

Un circo especial

Mallet ha recordado la principal característica de su compañía: se trata de un circo, pero no de animales, sino de “talento humano”; un circo especial. La paradoja se da en el caso particular de OVO, dado que los miembros del elenco han estudiado los movimientos de los insectos a los que interpretan, tomándolos como referencia desde “un punto de vista inspiracional”. “Busco que el público entienda que soy una araña, pero de una manera creativa”, ha asegurado la acróbata francocanadiense Svetlana Delous, que ha agregado que el objetivo de los coreógrafos del espectáculo, que se estrenó por primera vez en 2009 en Montreal, fue el de trasladar los movimientos circenses todo aquello “que ocurre en nuestros pies”. Delous, por lo tanto, se mueve en escena y se contorsiona en su red como una araña roja, después de haber dedicado horas y horas al visionado de vídeos para poder trasladar fielmente y, a la vez, artísticamente lo sinuoso del arácnido. La artista comenzó a la edad de cinco años a aprender danza clásica, ballet, y a medida que fue creciendo le picó el gusanillo, nunca mejor dicho, del arte circense, formándose en Canadá. 

Antes de su ingreso en el Circo del Sol –desempeña el rol de la Araña Roja desde el año 2017–, Delous se labró una carrera en importantes compañías de aquel país. Además de su papel sobre el escenario, la acróbata desempeña un papel importante entre bambalinas. De hecho, es adjunta a la dirección artística y se encarga del guiado de nuevos miembros del espectáculo y de garantizar la calidad del mismo.

Entradas: de 40 a 200 euros

Las entradas para OVO ya han salido a la venta, a través de cirquedusoleil.com, livenation.es, Ticketmaster y El Corte Inglés. En cuanto a los precios, se mueven en un rango entre los 40 y los 200 euros. Las localidades situadas en el graderío de la plaza de toros tienen precios que llegan hasta los 90 euros, mientras que lograr un asiento en la arena supondrá una inversión que superior a esa cantidad.

Para este espectáculo, se instalará en el coso un escenario que incluirá una enorme plataforma y un muro de casi 20 metros de largo por la mitad de alto. Este muro servirá como escenario y también como plataforma acrobática y, además, servirá de soporte para la proyección de audiovisuales, que facilitarán la ambientación del lugar, simulando un bosque en minitatura en la que convive y trabaja en armonía esta comunidad de insectos.

El espectáculo de OVO tiene una duración de dos horas, con un descanso de veinte minutos entre la primera y la segunda parte.