Bob Dylan (Minnesota, 1941) regresará el próximo 19 de junio a Donostia, donde se ha subido al escenario en otras cuatro ocasiones desde su primer concierto, en 1989. En esta ocasión lo hará por partida doble, en dos días consecutivos, y sin teloneros, como sí ha ocurrido en varias de sus apariciones guipuzcoanas.

En aquella primera comparecencia, que se celebró el 17 de junio en el Velódromo Antonio Elorza, Dylan desgranó 16 temas de su repertorio, entre los que se encontraban clásicos Mr. Tambourine Man, Like a Rolling Stone, All Along the Watchtower, Blowin’ in the Wind y Maggie’s Farm, a los que sumó Shot of Love, que llevaba sin interpretar en directo ocho años, desde 1981.

Muchos recuerdan el concierto más multitudinario del cantautor estadounidense en suelo guipuzcoano en 2006, pero antes habría otra ocasión en la que Dylan regresó a Donostia. A punto de cambiar el milenio y en el mismo escenario que diez años antes, el “laureado poeta del rock and roll”, como se le presentaba antes de los conciertos entre 2002 y 2012, ofreció un nuevo recital dentro de la gira Never Ending Tour. Aquella noche, Dylan ofreció 12 obras culminadas con Highway 61 Revisited, la más popular dentro de esta gira, aunque añadió cuatro bises (Love Sick, Maggie’s Farm, una versión acústica de Blowin’ in the Wind y una versión de Not Fade Away, del grupo The Crickets).

Precisamente Maggie’s Farm fue la canción con la que abrió su participación en el Concierto por la Paz que reunió a más de 50.000 personas en la playa de Zurriola en julio de 2006. Organizado de manera oficial por el Festival de Jazz como anticipo a la edición que arrancaría 10 días después. Para buena parte del público vasco, más que por la participación de un Dylan que se mostró hierático, aquel concierto ha quedado en la memoria por ser la última gran aparición pública de Mikel Laboa.

De nuevo un mes de julio, pero lejos del romper de las olas, Bob Dylan se subió al escenario de Illunbe en el concierto más largo que ha ofrecido en la capital guipuzcoana. Como en el de 1999, el artista estadounidense estuvo precedido por Andrés Calamaro sobre las tablas del entonces llamado Donostia Arena 2016. Un recital con dos partes y dos bises que elevaron a 20 las canciones que interpretó Dylan junto a su banda, que remataron la noche con Blowin’ in the Wind y Love Sick.