Con Amor en tiempos de virus, el músico bilbaino Pablo Ríos halló una “catarsis” en tiempos de pandemia. Este sábado presentará en el Altxerri de Donostia “una continuación” algo más que espiritual de aquel, un libro-disco titulado La NUEVANORMALIDAD, un diario con banda sonora propia del “posapocalipsis” que cada uno vivió a su manera pero que, en cierta forma, para todos “fue igual”. En el caso de Ríos, excomponente de WAS (We Are Standard), el trabajo previo surgió a raíz de una “reclusión norteña”, mientras que La NUEVANORMALIDAD surge de la necesidad de enfrentarse a todo de nuevo como si fuese la primera vez. “Retrata la vuelta a Madrid a través de la mirada de alguien que ve todo por primera vez, después del suceso apocalíptico que supuso la pandemia”, comenta Ríos en una conversación con este periódico. En este sentido, añade que el “reset” que supuso el confinamiento le ha permitido volver a lugares en los que ya ha estado pero con “ojos nuevos”, con “una fuerza sobrenatural, incrementada”.

El álbum, que incluye nueve temas bailables como Entre las lágrimas y las sonrisas, Mecagüen el puto reggaeton o Tus artistas porno favoritos, ha sido grabado íntegramente en El Tigre Studios de la capital vizcaina y ha contado de nuevo en la producción con Jon Aguirrezabalaga, otro de los miembros de WAS.

Antes de actuar en el Altxerri, el músico hará una parada previa en Bilbao, en la tienda Power Records, este viernes. “Tengo muchas ganas”, comenta Ríos, que describe la experiencia de los directos como “religiosa”. Repasará, por supuesto, las canciones del disco pero, incide, se trata de puro “espectáculo”, del que el público se sentirá parte desde los primeros compases del concierto. “Es una experiencia interactiva en la que las canciones de amor y libertad siempre están presentes; es una comunión entre el párroco y los feligreses que invita al público a vivir una especie de liberación que concluye siempre con una sonrisa en sus rostros”, asegura.

Canciones de amor y libertad, pero también mucha “ironía” y “humor” en unas letras que interpelan con acidez al presente. A este respecto, el músico comenta que para él, “el sentido más importante es el sentido del humor”, la única forma en la que se puede superar momentos tan duros como los que se han vivido durante los últimos tres años y ante cuestiones que pueden resultar incomprensibles: “Ante ello, lo primero que se me ocurre es recurrir al humor”.