La Sociedad de Ciencias Aranzadi ha confirmado la presencia de neandertales en el yacimiento de túnel de San Adrián, situado en la Parzonería de Gipuzkoa, en la zona del parque natural de Aizkorri limítrofe con Araba, donde arqueólogos de esta entidad están recuperando piezas de la cultura mousteriense, de hace más de 40.000 años, que apuntan al uso de este enclave como "paso estratégico".
Un equipo de Aranzadi excava en este lugar desde hace dos décadas, con "resultados positivos" desde sus comienzos, ya que durante estos años se han localizado materiales arqueológicos de la Edad Media, Edad del Bronce y épocas más antiguas como el Magdaleniense (14.000 años).
En agosto de 2023 ya informó del hallazgo de evidencias de la utilización de la cavidad por parte de los neandertales y destacó además que era la primera vez que se encontraba en la cornisa cantábrica cultura neandertal a una altitud de 1.000 metros, un dato que consideró relevante teniendo en cuenta las bajísimas temperaturas del planeta en ese periodo.
Dos sondeos muy profundos
Este jueves, ha hecho público un comunicado en el que explica que este mes de julio, durante quince días, el equipo formado por una decena de voluntarios y profesionales de la arqueología se ha dedicado a excavar "minuciosamente en dos sondeos muy profundos", de casi 3 metros de altura cada uno, con la intención de localizar restos prehistóricos.
En el primer sondeo se están localizando piezas del periodo Magdaleniense, es decir de homo sapiens que habitaban en San Adrián, mientras que en el segundo han alcanzado ya niveles muy antiguos y han encontrado "piezas pertenecientes a otra especie distinta a la nuestra, concretamente a los neandertales".
El director del departamento de Prehistoria de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Jexux Tapia, ha explicado que estos materiales confirman el uso frecuente de esta cueva por parte de los neandertales durante una fase menos fría de la última glaciación.
Paso "estratégico"
"Los hallazgos de esta campaña —ha añadido— permiten afirmar que los grupos de neandertales no pasaron por la cueva de forma esporádica, sino frecuente, hace unos 41.000 años".
Entre los restos encontrados se han identificado distintos tipos de rocas empleadas para tallar herramientas cortantes. En el caso del sílex, señala que se emplearon variedades procedentes de Urbasa, de Treviño y del Flysch.
"Esto indica que los neandertales ocuparon San Adrián como un paso estratégico a lo largo de sus desplazamientos nómadas por un vasto territorio, dosificando al máximo el consumo de rocas para la talla y aprovechando los pasos de montaña más adecuados", ha detallado el arqueólogo.
Además de restos en piedra, se han recuperado también fragmentos de huesos de animales, entre ellos de piezas abatidas y consumidas por los neandertales, pero también restos de otros carnívoros que ocuparon la cueva, como los osos.
Examen de huesos
"Esto nos obliga a distinguir qué huesos corresponden a presas cazadas por los neandertales y cuáles fueron acarreados por los carnívoros, lo que puede determinarse a partir de los tipos de fracturas y marcas de carnicería observadas sobre cada hueso. Los estratos que albergan estas ocupaciones están aportando restos cada vez más abundantes, y para las próximas campañas se espera recuperar un conjunto más amplio de evidencias para interpretar las actividades que llevaron a cabo los neandertales en San Adrián", ha señalado Tapia.