El actor guipuzcoano Telmo Irureta, ganador este sábado del Goya a Mejor actor revelación en la 37 edición de los premios del cine español, defiende la figura de las asistentes sexuales para las personas con diversidad funcional, si bien precisa que él nunca ha recurrido a ella porque ha optado por la prostitución, que, a su juicio, "no puede desaparecer".

El intérprete, que tiene parálisis cerebral, protagonizó uno de los momentos más aplaudidos de la gala de los Goya por un discurso que terminó con un contundente: "las personas con discapacidad también existimos y también follamos". Se reconoce así su papel protagonista en la película La consagración de la primavera, dirigida por Fernando Franco, y que aborda precisamente la sexualidad de una persona con discapacidad a través de una improvisada asistente sexual, una universitaria recién llegada a Madrid.

Irureta asegura en una entrevista con Europa Press que no le sorprendió levantar tantos aplausos y señala que llevaba la idea de su discurso "bastante clara". Después, leyendo comentarios sobre sus palabras, se ha dado cuenta de que "mucha gente" opina como él, pero otros "no han entendido" lo que quiere decir.

"No se han puesto en nuestra piel", lamenta al respecto, para reivindicar la existencia de las asistentes sexuales para personas con diversidad funcional, una figura "importante y necesaria" que el actor conocía pero sobre la que aprendió más gracias a la película, con la que ha ganado el galardón y aborda este tema.

Pese a esta defensa, el actor, sobrino de la veterana actriz Elena Irureta, explica que él nunca ha recurrido a esta figura porque ha optado por la prostitución, aunque puntualiza que no siempre ha tenido sexo pagando.

"En mi caso es más difícil (tener relaciones sexuales sin pagar) porque cuerpos como el mío no gustan. Entonces, tienes muchas más limitaciones, la gente tiene muchos prejuicios y miedos. Hay que tener una solución, no estar intentando convencer todo el rato o estar con alguien que igual no me gusta", expone.

Sobre las asistentes sexuales, detalla que se ocupan de quedar con las personas "para conocerse, hablar o tomar un café", un proceso que entiende pero sobre el que añade: "Según tu momento, según como estés, igual no quieres tomarte ese café. Igual quieres ir directamente a la cama".   

Poder elegir la "mejor opción"

En este sentido, demanda que "exista de todo" y cada uno pueda elegir la "mejor opción". Por ello, cree que la prostitución "no puede desaparecer", aunque reconoce que es consciente de que esta tiene "un lado oscuro". "Lo que yo digo es que las personas con discapacidad tengamos acceso", apunta.

"Es un pacto, un trato, un trabajo. A mucha gente le ayuda, a mí me ayuda", agrega el intérprete, quien asevera que le encanta "visibilizar la sexualidad de las personas con discapacidad", por lo que uno de sus proyectos actuales también gira en torno a ello. Se trata de una obra de teatro titulada Sexpiertos.

Además, relata que antes hablaba de sexo y discapacidad "con un poco de cuidado", intentando "justificarse", pero ahora que ha visto que "no se ha entendido" lo que defiende, considera que tiene "un motivo más" para abordar el tema y "romper esquemas" con trabajos de este tipo.

"¿Y la polémica? Está guay que haya opiniones y que yo pueda decir 'uy, cómo se ha puesto este'", sentencia el actor de 34 años también diplomado en Magisterio y licenciado en Pedagogía.

Espera más papeles en el cine

Feliz por el "momento maravilloso" que está viviendo tras llevarse el Goya, que lleva a todas sus entrevistas y después colocará en su habitación para que le acompañe en sus "sueños", Irureta espera que se le abran "más puertas".

"Quiero seguir en el mundillo y que no sea esta la última película", apostilla, a la vez que avisa de que está escribiendo el guión de un proyecto que espera que salga adelante pero para el que "hace falta dinero".

También desea que el reconocimiento que ha logrado sirva para que más actores con discapacidad tengan un hueco en el cine español: "En la calle se ve mucha gente en sillas de ruedas, con discapacidad, pero en pantalla no tanto. Creo que hay un vacío y hace falta que se vaya llenando".

Igualmente, demanda papeles que no se centren en una cuestión relacionada con su discapacidad. Quiere ser un personaje más. "Eso sería normalizar este tipo de cuerpos. Antes la única preocupación de los personajes homosexuales era ver cómo salir del armario y ahora hemos avanzado, tienen otro tipo de problemas, no hace falta que se diga 'soy gay'", concluye.