Los objetos deben de tener siempre una funcionalidad o, por el contrario, pueden responder únicamente a algo estético y visual. Esa es la principal pregunta que trata de lanzar al público la artista bilbaina Mar de Dios con la exposición Batzuk, que reúne más de 30 cerámicas "coloristas y vitalistas", creadas por ella misma, en la sala Lau Pareta de Tabakalera, que inaugura, con ello, una nueva línea expositora dirigida a creadores y comisarias emergentes.

La hondarribitarra Ane Lekuona ha sido la encargada de invitar y comisariar a la artista vizcaina, una de las jóvenes ceramistas más destacadas del panorama vasco. "La muestra es una pequeña representación de lo que se está haciendo en estos momentos en cerámica. Está teniendo una vuelta al arte contemporáneo y cogiendo la presencia que se merece", ha asegurado Mar de Dios este jueves en la presentación de la exposición a los medios de comunicación.

Según ha contado, empezó a trabajar la cerámica tras cursar un máster en Investigación del Arte en Madrid y darse cuenta de que su camino "no era intelectual, sino más del contacto con las manos". "Me generaba tensión tener que traducir el lenguaje creativo. Encontré el medio en el que era suficiente poder hacer y no justificarlo", ha indicado, apuntando que esa labor de justificación ha recaído en manos de la comisaria.

"Mar deja siempre que el público se haga sus preguntas. Por eso también el nombre de la exposición, Batzuk, que hace referencia a lo indefinido", ha señalado Lekuona sobre una muestra que se reparte entre anteriores piezas de la creadora y nuevas realizadas para la que es su primera gran exposición individual. "Es una sala grande, por lo que hemos tenido que crear nuevas obras que hemos distribuido buscando la interpretación de cada persona", ha agregado De Dios.

Trabajo intuitivo 

Las más de 30 piezas expuestas están realizadas a partir de moldes de escayola que luego pinta. "Trabajo con entre cinco y diez piezas al mismo tiempo. Luego las coloreo de manera intuitiva, sin buscar un por qué ", ha indicado sobre unos trabajos muy diferentes entre sí, desde pequeños objetos que guardan un gran parecido con vasos o jarras, hasta otros de mayor tamaño con formas alargadas o llenas de bolas.

"A veces parto de una imagen para crearlos, pero nunca hago bocetos. Veo algo y lo represento a partir del recuerdo que se me ha formado de ello", ha señalado, al tiempo que ha indicado que la línea que separa sus creaciones de objetos a no serlo es muy fina: "Cada uno puede decidir lo que quiere que sea. Si alguien piensa que es un vaso, será un vaso".

La exposición Batzuk se podrá ver hasta el 16 de abril en un espacio que, tal y como ha comentado la directora cultural de Tabakalera, Clara Montero, tratará de impulsar cada año la creación y el comisariado de arte contemporáneo vasco invitando a creadores y comisarios jóvenes.