En una de sus primeras intervenciones, el villano al que interpreta Sung Dong-il en la coreana Project Wolf Hunting hace un pequeño metachiste sobre, precisamente, la operación militar que da nombre a la película. “Qué original”, lamenta en referencia a ese Proyecto de caza de lobo, adelantando lo que será uno de los mensajes principales del largometraje escrito y dirigido por Kim Hong-seon: el hombre es un lobo para el hombre y solo un lobo puede cazar a otro lobo. La cinematografía de Corea del Sur es observada con atención desde Occidente, sobre todo, a raíz del éxito que cosechó Parásitos, de Bong Joon-ho, el fruto más popular de lo que se conoció como la Nueva Ola del Cine Coreano, que nació en los 90, se consolidó durante la primera década de este siglo y que ha terminado por acercarse al mainstream durante estos diez últimos años. La libertad con la que gozaban hace no tanto cineastas como el propio Bong Joon-ho con The Host (2007), Park Chan-wook en su trilogía sobre la venganza o Kim Jee-woon en su I saw the devil, por poner tres ejemplos de cineastas que rompieron barreras y además abrazaron el género siempre desde la más estética y rotunda de las violencias, se ha transformado en voluntad comercial de llegar a todos los públicos. De esto se lamentaba el director de Project Wolf Hunting, en su reciente visita a la Semana de Cine Fantástico y de Terror. No en vano, levantar una película tan violenta, explícita y gore en la que se utilizaron más de dos toneladas de sangre falsa le costó lo suyo y, pese a todos los inconvenientes, ha firmado una obra notable, cargada de adrenalina y que en ningún momento pierde el ritmo.

‘Project Wolf Hunting’

  • Director: Kim Hong-sun.
  • Guion: Kim Hong-sun.
  • Intérpretes: Seo In-guk, Sung Dong-il, Choi Gwi-hwa, Dong-Yoon Jang, Jeong-hwan Park.
  • País: Corea del Sur.
  • Duración: 122 minutos.

El nuevo trabajo de Kim Hong-seon, uno de los responsables de la versión coreana de La casa de papel, se enmarca dentro de esa colección de películas que conforman ya un subgénero propio, aquellas que invierten el mito del Capitán América y que muestran a malvados gobiernos en busca de su propio supersoldado a cualquier precio. Así, con un acercamiento argumental a John Carpenter y a su Asalto a la comisaría del distrito 13 y, por supuesto, al Train to Busan, que en 2016 se alzó con el Premio del Público de la Semana, Project Wolf Hunting cuenta el traslado por mar de unos presos peligrosos desde Malasia hasta –oh, sorpresa– Busan en un carguero de enromes dimensiones. Los intentos por rescatar a estos presos provocan el despertar de un polizón inesperado, un superhombre con las habilidades de un lobo que no distingue entre asesinos y policías a la hora de golpear –y vaya si lo hace– con enorme fuerza y fiereza, como un Bud Spencer con un mal viaje.

Las casualidades –o no– hacen que el paso por Sitges y la Semana –la coreana también pasó por el reciente festival de Toronto– haya coincidido con el estreno de ¡García!, serie de HBO que adapta el cómic editado por Astiberri y centrado en este tipo de superhombre, en este caso, al servicio del franquismo. Aún más, Project Wolf Hunting compartió día de programación en la Semana con The lair, de Neil Marshal, sobre una piloto británica que encuentra un búnker soviético del periodo de la invasión rusa en Afganistán. ¿Y qué hay en su interior? Monstruosos supersoldados al servicio de la madre patria.

Pero donde fracasan tanto ¡García! como The lair por su impostura y por su nostalgia por tiempos –y cine– pasados, triunfa Kim Hong-seon con un largometraje brillantemente planificado para aprovechar las posibilidades de cada rincón y que no puedes dejar de mirar.