Con una cuidada e importante selección de obras pertenecientes a las más diversas colecciones, ¡RUSIA! ha sido la mayor exposición de arte procedente de la Federación Rusa. Muchas de las piezas presentes se habían expuesto en contadas ocasiones, y algunas de ellas, nunca antes habían salido del país hasta esta exposición, motivo por el cual se calificó la exposición de única e irrepetible.

Ha sido la exposición más amplia e importante realizada fuera de Rusia desde el final de la guerra fría

Consiguiendo su objetivo, mostrar la evolución de las diferentes manifestaciones del arte en Rusia a lo largo de ocho siglos de historia, la insólita muestra presentó obras maestras del arte ruso desde el siglo XIV hasta el presente, incluyendo iconos como el retrato, tanto en pintura como escultura, desde el siglo XVIII hasta el XX; el realismo crítico del siglo XIX; el Realismo Socialista de la era comunista; paisajes de todas las épocas; la primera abstracción y el arte contemporáneo experimental.

Una muestra considerada como única e irrepetible. DEIA

Las obras expuestas llegaron tanto de los museos más importantes del país-Museo Estatal de Arte Ruso, la Galería Estatal Tretiakov, el Museo Ermitage y el Museo del Kremlin- como de museos regionales, coleccionistas particulares y algunos museos y colecciones de fuera de Rusia.

El objetivo de la exposición fue mostrar la evolución de las diferentes manifestaciones del arte a lo largo de ocho siglos

Con unas 300 obras, la muestra incluyó además una selección de pinturas y esculturas del arte de Europa Occidental procedentes de las colecciones imperiales reunidas por Pedro el Grande, Catalina la Grande y Nicolás I en los siglos XVIII y XIX, y de las colecciones que los comerciantes moscovitas Serguei Shchukin e Iván Morozov lograron reunir a comienzos del siglo XX. Estas últimas piezas pusieron de manifiesto la visión y audacia de los coleccionistas rusos, la perceptible influencia de estas extraordinarias colecciones en el desarrollo del arte ruso, y la especial relación entre Rusia y Occidente.

Todo ello llevó a definir la muestra como la exposición de arte ruso más amplia e importante realizada fuera de aquel país desde el final de la guerra fría.

Visitantes

Precedida del gran éxito logrado en el Gugghenheim de Nueva York, ¡RUSIA! tuvo una gran repercusión en Bilbao y fueron más de 621.000 personas las que acudieron a ver la exposición a lo largo de los seis meses que duró.

Si bien se trató de una muestra muy completa, entre todas las obras presentes destacaron los iconos del pintor del siglo XV Andrei Rublev o los de Dionysii del siglo XVI; la lucha del hombre contra la naturaleza en Novena ola, de Ivan Aivazovski, el cuadro Los sirgadores del Volga, de Ilia Repin, el retrato de Fedor Dostoevsky pintado por Vasilli Perov, y la obra Cuadrado Negro con la que Kazimir Malevich fundó el suprematismo.

Las obras llegaron de los museos más importantes del país, de museos regionales, coleccionistas particulares y de algunas colecciones de fuera de Rusia. J. M. MARTINEZ

'El cuerpo que me lleva'

Obras para sentir. La obra del artista brasileño Ernesto Neto -que el mismo se autodefine como escultor- estuvo presente de febrero a mayo en el museo, una exposición muy personal al concebir el artistas las obras para que estas puedan ser atravesadas, habitadas, sentidas e, incluso, olidas. Esta percepción del arte permite al espectador experimentar su propio cuerpo, sus sentidos y su mente por medio de las obras que ve. La exposición permitió a su vez que el visitante interactuara con las demás personas del público y con el entorno, sintiéndose inmerso en una fusión de escultura y arquitectura.