El cineasta canadiense David Cronenberg ya está en Donostia. Es la segunda vez que viene expresamente al Zinemaldia, en este caso, a recibir el Premio Donostia de manos de otro cineasta, Gaspar Noé. Su primera visita al Festival fue en 2007 con Promesas del este, protagonizada por Viggo Mortensen, la segunda parte de un bíptico espiritual en el que el cineasta revolucionó el thriller. Antes, Cronenberg se había forjado como un artista experimental y autodidacta, que comenzó su carrera con cortometrajes como Transfer (1966) y From the Drain (1967). Su segundo largometraje, , comparte título con el largometraje que se proyectará tras la ceremonia.

Llama la atención que Cronenberg, de 79 años de edad, haya decidido volver sobre los temas y obsesiones que lo transportaron al plano del director de culto. Nos referimos, por supuesto, a lo que se denominó como nueva carne, es decir, a la evolución del cuerpo mediante la intervención quirúrgica, así como el fetiche por la enfermedad, la violencia y el sexo con las que se sumergió en películas como Vinieron dentro de... (1975), Rabia (1977), Cromosoma 3 (1979) y, sobre todo, Videodrome (1983). Pero sus filias no quedaron ahí. No en vano, el director de la célebre La mosca traspasó a la pasión por la nueva carne a su hijo, el también cineasta Brandon Cronenberg, que en Antiviral (2012) exploró los pecaminosos caminos abiertos por su progenitor.

Una de las cumbres de Cronenberg llegó en 1996 al lograr el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes por su película Crash, un drama en el que el cineasta analizaba la pulsión sexual existente en sufrir accidentes automovilísticos. Además del thriller, también ha transitado por los parajes del terror psicológico en Spider (2002), ha criticado la crisis financiera en Cosmópolis (2012) y ha reflexionado sobre la fama en Map to the stars (2014).

Crimes of the future

Director: David Cronenberg.

País: Canadá-Grecia.

Intérpretes: Viggo Mortensen, Léa Seydoux y Kristen Stewart.

Duración: 107 minutos.

Idioma: Inglés.

Argumento: Saul Tenser, célebre artista de performance, muestra públicamente la metamorfosis de sus órganos en actuaciones vanguardistas.