El Zinemaldia no ha querido dejar pasar la oportunidad de premiar a uno de los directores con uno de los universos propios más interesantes (y turbios) del séptimo arte y reconocerá a David Cronenberg con un Premio Donostia el próximo mes de septiembre. El cineasta canadiense, autor de clásicos del horror, la ciencia ficción y el thriller como Videodrome, Crash o Promesas del Este se suma a la lista de "cuatro o cinco" galardones que entregará el festival donostiarra con motivo de su 70 aniversario y en la que ya figuraba la actriz Juliette Binoche. El cineasta, además de para recoger el reconocimiento, viajará hasta Donostia para presentar su último largometraje, Crimes of the Future

El horror biológico, la Nueva Carne y las atmósferas turbadoras serán reconocidas por el Zinemaldia con el Premio Donostia a David Cronenberg (Toronto, 1943). Maestro inclasificable con una veintena de títulos a sus espaldas, el cineasta canadiense cuenta con una de las filmografías más escatológicas y radicales del séptimo arte, apenas reconocidas en los festivales más importantes del mundo. Más allá del Premio Especial del Jurado por Crash en 1996, sus títulos se han ido de vacío de todos aquellos certámenes en los que han participado. Con este galardón, el festival donostiarra tratará, en parte, de compensarlo.

Criado en el seno de una familia culta y rodeado de libros y arte, Cronenberg descubrió siendo muy joven la posibilidad de contar historias con muy poco presupuesto tras asistir a la proyección de la cinta canadiense Winter Kept Us Warm. Así, tras probar su valía con dos cortometrajes, el cineasta se asoció con el recientemente fallecido Ivan Reitman, futuro director de clásicos como Los Cazafantasmas y El pelotón chiflado, para firmar sus dos primeros largometrajes -Stereo (1969) y Crimes of the Future (1970)-, en los que, a pesar de su corte experimental, ya se vislumbraban algunos de los intereses que le acompañarían durante el resto de su trayectoria como la violencia, el sexo y la experimentación científica.

Buena prueba de ello son algunos de los títulos que dirigió durante las décadas de los 70 y 80 como Vinieron de dentro de... (1975), Rabia (1977), Cromosoma 3 (1979), Scanners (1981) y, sobre todo, Vinieron de dentro de... Rabia Cromosoma 3 Scanners Videodrome , con las que traspasó cualquier frontera estética y alcanzó la cima de la llamada Nueva Carne, la representación total del dolor físico y espiritual en el cine.

Este universo artístico también formó parte de su siguiente filme, La mosca (1986), en el que un científico se transformaba en insecto, antes de dar el salto a tres dramas psicológicos tan diferentes entre sí como Inseparables (1988), El almuerzo desnudo (1991) y Inseparables El almuerzo desnudoM. Butterfly. No obstante, no tardó en volver a los universos más perturbadores y en 1996 adaptó a J.G. Ballard para Crash, en la que dos personajes se excitaban con los accidentes automovilísticos, y que terminaría por consagrarle.

Este fue el primer título del canadiense que pudo verse en el Zinemaldia, aunque fue unos años después, en 2004, dentro de la retrospectiva Incorrect@s. Para dar con la primera y única vez del director en Donostia hay que remontarse a tres años después, 2007, cuando inauguró la Sección Oficial con Promesas del Este. Con este título, Cronenberg trabajó por segunda vez con uno de sus actores fetiches, Viggo Mortensen, quien ya había protagonizado su anterior trabajo, Una historia de violencia (2004), y con el que volvería a colaborar en Un método peligroso (2011) y el filme que presentará este año, Crimes of the Future. La amistad entre ambos ha traspasado la pantalla y el cineasta tuvo un pequeño papel en el debut como director de Mortensen, Falling (2020). Además, quiso felicitar al actor con un vídeo cuando este recibió el Premio Donostia hace dos ediciones.

A la lista de directores

En los últimos años, Cronenberg ha frenado su ritmo de trabajo y únicamente ha filmado tres películas más, Cosmopolis (2012), Maps to the Stars (2014) y la mencionada Crimes of the Future, un compendio de todas sus obsesiones que pudo verse en la última edición del Festival de Cannes.

Asimismo, el creador ha compaginado su labor como director con pequeños escarceos en la actuación -a lo largo de su vida ha intervenido en diferentes filmes como Todo por un sueño y Al cruzar el límite- y la literatura, publicando la novela Consumidos.

Con este galardón, el Zinemaldia engorda la lista de directores ganadores del Premio Donostia, entre los que figuran Francis Ford Coppola, Woody Allen, Oliver Stone, Agnès Varda e Hirokazu Koreeda. Además, Cronenberg se convierte en la segunda confirmación de una edición muy especial que incluirá más homenajes de los habituales. La actriz francesa Juliette Binoche, imagen del cartel oficial de este año, es la otra de las personalidades de la industria cinematográfica anunciadas como ganadora del galardón este curso.