La artista donostiarra Rosa Valverde trabajó a lo largo de su trayectoria en distintos formatos, pero uno de ellos, las cajas, ha quedado relegado a un segundo plano a pesar de su amplio trabajo en el campo. Ahora, el Museo San Telmo de Donostia completa “una asignatura pendiente” con la creadora con la primera exposición monográfica dedicada a esta faceta suya, que reúne 52 cajas compuestas por objetos encontrados en bazares o mercadillos y regalos de amigos que convierte en microuniversos “que se mueven entre lo surrealista y lo pop de forma libre”.
Pintura, dibujo, grabado, objetos escultóricos... Rosa Valverde fue una artista polifacética que trabajó en numerosos campos, pero en ninguno tanto como en el de las cajas. “Han sido una parte importante de su vida desde el inicio, pero sobre todo a partir de los 2000”, ha revelado esta mañana Isabel Sagüés, comisaria de la exposición Rosa Valverde. Cajas de arte, durante la presentación de una muestra que estará abierta al público desde mañana hasta el 13 de marzo.
La artista donostiarra realizó más de un centenar de cajas de este tipo, principalmente de maderas, dentro de las cuales imaginó “escenarios virtuales de objetos al azar”. “Escogía objetos que sueltos no tienen ningún valor, pero juntos forman un collage con un lenguaje privado e íntimo que no le daban otras disciplinas”, ha indicado Sagüés.
Prácticamente la mitad de estas creaciones, 52, forman parte de la exposición e incluyen objetos de todo tipo, desde flores y hojas tanto naturales como artificiales hasta muñecos y maniquíes, pasando por figuras de animales. “Podían ser objetos que se pasaban años en las estanterías de su estudio antes de darles una utilidad”, ha revelado la comisaria sobre unas piezas que hallaba como si fueran auténticos tesoros en bazares o mercadillos. En otros casos, sus amigos y familiares eran los encargados de dárselos y ella les dotaba de un nuevo significado.
“Se trata de una narración poética, con mucho humor e ironía. Hay que dejarse llevar y no entenderlo todo. No son mundos evidentes”, ha explicado Sagüés, asegurando que la obra y vida de Valverde no se pueden entender por separado. “A veces podía estar buscando un objeto concreto durante meses, pero lo normal no era eso. Ella creaba de forma libre y sin prejuicios”, ha añadido.
Desde la primera caja
La exposición de San Telmo es un recorrido cronológico sobre los trabajos de Valverde en un formato que empezó a trabajar a finales de la década de los años 70, tal y como se puede comprobar en una fotografía de la primera muestra individual que se dedicó a la artista, en el propio museo donostiarra en 1978, en el que aparece la que es considerada su primera caja.
Tras ella le seguirían varios años de experimentación, acompañada por autores que también trabajaron este formato como José Llanos, hasta dar con la tecla: cajas de madera de vinos. A partir del año 2000 trabajó con mayor intensidad en estas creaciones, especializándose además en escenarios con maniquíes. Un apartado de la muestra, por ejemplo, está centrado en las creaciones que llevó a cabo a partir de una suscripción a réplicas en miniatura de icónicos vestidos del cine.
Pero en la exposición también hay espacio para piezas más curiosas, como la serie de cajas que realizó para amigos y familiares o tres de gran formato con otros materiales como el metacrilato.
Todas ellas forman parte de diferentes colecciones, algunas de las piezas del propio San Telmo, y se complementan con una fotografía del estudio de la artista, en el que se pueden apreciar algunos de los objetos expuestos en las cajas, y un vídeo de siete minutos con material inédito en el que se puede comprobar a Valverde en su casa, en su estudio y en sus exposiciones, esto es, “en su mundo”.
Rosa Valverde. Cajas de arte está enmarcado en el proyecto Rosa Valverde. Cajas de arteBaginen bagara, con el que el centro cultural trata de visibilizar a las artistas del territorio. “El contenido de los museos habla más de la sociedad que el propio museo. Eso se ve en las obras de mujeres y en lo que ha costado llevarlas a ellos. Esta exposición es un paso más en esa dirección”, ha indicado, al respecto, el concejal de Cultura de Donostia, Jon Insausti.
La muestra se complementa con una serie de actividades paralelas como conferencias, visitas guiadas y un taller de artista para familiares. Además, el museo ha publicado un catálogo sobre la exposición con textos de Sagüés y Fernando Golvano.