Johnny Depp ha sido Eduardo Manostijeras, el pirata Jack Sparrow, el director de cine Ed Wood, el chocolatero Willy Wonka, el pistolero William Blake, el asesino carnívoro Sweeney Todd, el señor oscuro Grindelwald... y después de casi 40 años de camaleónica trayectoria el Zinemaldia ha decidido otorgarle su reconocimiento honorífico más importante, el Premio Donostia. La entrega del galardón tendrá lugar el próximo 22 de septiembre en el Kursaal, en una gala previa a la proyección que tendrá lugar antes de la proyección fuera de concurso de la película de Sección Oficial La hija, de Manuel Martín Cuenca. Intérprete en más de 90 producciones audiovisuales, ha producido también una decena de filmes y esta será la tercera vez que pise Donostia.

De hecho, Depp volverá al Festival tras haber presentado en 2020 Crock of Gold: Bebiendo con Shane MaCgowan. No obstante, en este caso, llegará a la alfombra roja sin ninguna película que presentar y en un momento muy delicado en su carrera. No en vano, se encuentra inmerso en varios procesos judiciales. Su exmujer, Amber Heard, y él se han acusado mútuamente de malos tratos y el actor también ha denunciado al periódico The Sun por difamación.

Las acusaciones de Heard le han hecho perder el favor de la industria de Hollywood y se ha quedado fuera de la saga de Piratas del Caribe y de la de Animales fantásticos y dónde encontrarlos, vinculada al universo Harry Potter, en el que interpretaba al villano principal, el señor oscuro Grindelwald. Warner Bros decidió sustituirlo por Mads Mikkelsen, actor que en la última edición del Zinemaldia se alzó con la Concha de Plata a mejor actor masculino por Druk, de Thomas Vinterberg.

Los orígenes de Depp como actor se remontan a 1984, que con 21 años se estrenó en una conocida franquicia de terror. En Pesadilla en Elm Street fue una de las primeras víctimas de Freddy Krueger. No obstante, en la siguiente década fue cuando realmente empezó a ser tenido en cuenta por público, sector y crítica. Después de protagonizar Cry-Baby, de John Waters, comenzó una relación con un cineasta que lo encumbraría como su actor fetiche: Tim Burton.

Eduardo Manostijeras, la oscura historia de navidad dentro de un copo de nieve, sirvió a Depp para encarnar a uno de sus primeros mitos. De hecho, muchos de los papeles caristmáticos que han perfilado la carrera de este estadounidense han venido de la mano de este cineasta. Con Burton, Johnny Depp ha convertido en el peor cineasta del mundo en Ed Wood (1994), el profesor Ichabod Crane en la espeluznante leyenda popular estadounidense Sleepy Hollow (1999), en el chocolatero Willy Wonka en la nueva versión de Charlie y la fábrica de chocolate (2005), en el casadero Víctor Van Dort de La Novia Cadáver (2005), en el despiadado y cantarín carnicero Sweeney Todd (2007), en el sombrerero loco de la versión en carne y hueso de Alicia en el País de las Maravillas (2010) y en el vampiro Barnabas Collins en Sombras Tenebrosas (2012).

Pero Tim Burton no es el único gran nombre del séptimo arte con el que Johnny Depp ha forjado su fama. A comienzos de los 90, además de con Burton, trabajó con Emir Kusturica en El sueño de Arizona (1992) y todavía se le recuerda su papel de joven y entrañable enamoradizo en ¿A quién ama Gilbert Grape? en el que hacía de protector hermano mayor de otro jovencísimo Leonardo DiCaprio. El intérprete repetiría casi una década después con Lasse Hallström, en ese caso en la comedia romántica Chocolat (2000).

Con Jim Jarmusch, por su parte, pronunció una de las frases que han pasado a la historia del cine. “¿Conoces mi poesía?” pregunta Depp en Dead Man (1995), un western en blanco y negro en el que todos los personajes le confunden con el poeta y pintor londinense William Blake, autor de Jerusalem.

Con Terry Gilliam trabajó en dos ocasiones y media. La primera fue en 1998 en Miedo y asco en Las Vegas, y la segunda en El imaginario del Doctor Parnassus (2009), originalmente interpretada por Heath Ledger, que dejó la película inconclusa al fallecer un año antes. No obstante, Depp, junto con otros dos amigos de Ledger, Colin Farrel y Jude Law, se sumaron a la producción para interpretar distintas versiones del personaje original y así concluir la filmación -sus honorarios, además, fueron a parar a la hija de Ledger-.

En cambio, la película que nunca pudo estrenar Depp con Terry Gilliam fue El hombre que mató a Don Quijote. El cineasta que fuera miembro de los Monty Python se trasladó hasta las Bárdenas en Navarra para rodar esta cinta en la que Depp se iba a meter en la piel de un responsable de marketing que viajaba en el tiempo y que el loco hidalgo confundía con su Sancho Panza. No obstante, incontables complicaciones en el rodaje hicieron que Gilliam echase la toalla y abandonó el proyecto hasta más de una década después. No obstante, en esa ocasión, tras remozar el guion, no volvió a contar con Depp y recurrió Adam Driver para ese papel.

Nominaciones a los Óscars de Johnny Depp

Con el cambio de siglo Depp dio vida a otro de los personajes a los que se asocia su figura: el ingenioso y poco fiable pirata Jack Sparrow, protagonista de las cinco películas de Piratas del Caribe, saga impulsada por el director Gore Vervinski, que en 2013 quiso repetir sin conseguirlo el éxito de este producto con El llanero solitario, en el que Depp se metió en la piel del comanche Toro.

La interpretación del estadounidense en la primera parte la saga de los piratas le valió en 2003 su primera nominación al Óscar. Un año después volvió a ser nominado a este galardón por dar vida al escritor James Matthew Barrie, autor de Peter Pan, en la película Buscando Nunca Jamás. La última nominación al Óscar la consiguió en 2007 por la adaptación que Tim Burton hizo de Sweeney Todd, el barbero diabólico de Fleet Street. Aunque nunca se ha llevado a casa una estatuilla de la Academia de Hollywood, logró el Globo de Oro por esta última película. Ahora, además, tendrá un Premio Donostia.