- Aunque este verano se están celebrando ya conciertos y algunos festivales no multitudinarios adaptados a la situación actual y con restricciones de aforo, los promotores de algunos de los más importantes que se realizan en Euskadi ven el futuro con esperanza y aseguran que en 2022 “se agotarán las entradas porque hay hambre de música en vivo”.

Azkena Rock, BBK Live, Benicàsimm, Primavera Sound, Mad Cool, Rototom, Monegros Desert... Los grandes festivales vascos y estatales vuelven a vivir un verano extraño debido a la pandemia. Sus impulsores se han visto obligados a suspender su celebraciones “al no poder garantizar la seguridad” de todos los asistentes, aunque sí se han podido celebrar algunos con aforos más reducidos, al igual que conciertos puntuales o encuentros como el Jazzladia que tuvo ayer una previa en Chillida Leku, el Donostia Festibala -se celebrará en una jornada única el 24 de septiembre-, el Euskal Herria Zuzenean, Gitaralde! o los festivales de jazz de Getxo y Gasteiz.

A la espera de la celebración de los grandes festivales, en Euskadi todavía se puede disfrutar de la música en vivo en aforos más reducidos y con propuestas surgidas como alternativas en varios puntos. Ahí están las citas de Musikaire en Elorrio; el Musik Fest de Bilbao y Gasteiz (Hombres G, la M.O.D.A, Aitana...); Las Noches del Bilbao Arena (música y humor); el Bataplan Udan Donostia (Las Penas, Mojo Hand, Radiocaster, Impacto Vudú); el Esférica Alavesa; Flamenco on Fire y Las Noches de la Ciudadela en Iruñea.

Alfonso Santiago, responsable máximo de Last Tour, promotora del Bilbao BBK Live. el Azkena Rock, y el Donostia Festibala, dice ver el futuro “con esperanza”, y explica que el festival de Kobetamendi se celebrará en 2022 con una concepción, organización y propuesta muy similar a la de 2019, la última realizada. “Pensábamos que no se iba a poder vivir un año sin festival; y ya llevamos dos. Era inconcebible romper una inercia y una tendencia que ha costado mucho construir respecto a público y economía, pero no tenemos temor. En el futuro va a ser todo lo contrario. Hay una gran necesidad y hambre de vivir la música en directo, de la unidad a la hora de disfrutar de ella”, explica Santiago. “Es algo que echamos en falta, por lo que solo puedo ser optimista, ya que empezamos a ver la luz”, apostilla.

Los próximos Bilbao BBK Live y Azkena serán “muy similares” a los celebrados anteriormente a la pandemia, tal y como muestran algunos festivales que han tenido ya lugar en Asia, Australia y Estados Unidos. Ahora llegarán a Europa, a mediados de agosto, otros que se celebrarán en Bélgica, Holanda e Inglaterra, con aforos previstos de hasta 85.000 personas en algún caso. “Esa será la prueba de fuego, ver cómo se realizan y funcionan. Ahí ya tendremos información suficiente para ver cómo se va desarrollando el camino”, explica Santiago.

El responsable de Last Tour asegura estar trabajando “con la misma fuerza y ahínco” que antes de la pandemia en la organización de sus festivales de 2022. Aunque asegura estar pendiente de las instrucciones de las autoridades, Santiago cree que “en septiembre estaremos ya con buenos números de vacunación”, y que en la recta final del presente año “se volverá a trabajar” como antes al lograr la inmunidad de grupo. “Estamos con esperanza ante lo que parece el fin y el inicio de la vuelta a nuestro mundo normal”, explica.