l Museo San Telmo presenta una selección del fondo fotográfico de Sigfrido Koch Bengoechea (Donostia, 1908-1973), depositado en el centro, comisariado por Lee Fontanella y Juantxo Egaña, tras ser impresas por Juana Arlegui/Carlos Cánovas, acompañado por un Catálogo Entre el humo y la bruma, con documentados textos de los propios comisarios y de Xabier Irujo, Lourdes Herrasti, Mikel Lertxundi y Karmele Jaio.

El autor, perteneciente a una larga saga de fotógrafos con establecimiento en la Avenida de España, realizó una serie de paisajes del País Vasco, tanto en momentos de paz como de guerra, muchos de ellos inéditos, que son ahora presentados tras más de 80 años de ser conservados en los depósitos familiares.

Fotografía suave, aterciopelada y distanciada, que muestra dentro de un realismo costumbrista los usos y costumbres, así como los horrores de la guerra en Euskadi y el Estado. Fotografía documento de un tiempo y un país que oscila y se cimbrea entre el amor a la vida, y el terror y la destrucción bajo las bombas alemanas. Los Koch sufrieron en sus propias carnes la tensión y el desgarro de la guerra. Quizás la datación de las imágenes podrían arrojarnos más luces sobre las posibles variaciones de las sintaxis de los dos grandes bloques que nos ofrece la muestra (Álbum de la Guerra/País Vasco. Gipuzkoa), pero sospechamos que no habrá grandes diferencias entre ambos.

Fotografía frontal, distanciada, de arquitecturas devastadas, de poblaciones y personas muertas y masacradas, con algunas perspectivas diagonales y planos contrapicados de aviones y armas de destrucción, probablemente impuestas por las propias circunstancias de la guerra. Realismo dramático en los primeros planos de los muertosen batalla.

Realismo costumbrista en figuras y paisajes del País Vasco. Gipuzkoa, que conecta con el de los pintores y escultores vascos de la época de preguerra: Flores Kaperotxipi, Aurelio Arteta, Ortiz Echague, y que presenta múltiples relaciones e interrelaciones mutuas.

Junto a las fotografías de Koch, se ofrecen también en diversas vitrinas publicaciones gráficas de la época, el cartel de guerra de Kokoschka y varias reproducciones de Lagarde.