“El guion de Maixabel es de los mejores que hemos tenido, es extraordinario”. Así se expresa Koldo Zuazua, de Kowalski Films, que junto a FeelGood -Juan Moreno y Guillermo Sempere- produce la película que dirige Icíar Bollaín y que se centra en Maixabel Lasa, viuda de Juan Mari Jáuregui y exdirectora de la oficina para las Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco, que en 2011 participó en los encuentros restaurativos que se llevaron a cabo en Nanclares de Oca, en los que las víctimas se reunieron con los victimarios de ETA.

Para elaborar el libreto de la película, que ha corrido a cargo de Isa Campo y la propia Bollaín, el equipo ha recurrido a los testimonios originales: además de con Lasa y su hija, María Jáuregui, han estado en contacto con Ibon Etxezarreta y Luis Carrasco, exmiembros de ETA que pertenecieron al comando que asesinó al que fuera gobernador civil de Gipuzkoa; y también con Esther Pascual, que fue coordinadora del proyecto de justicia restaurativa. “Hemos estado muy cerca de todos ellos. Hemos contado con su colaboración, con su autorización. Ha sido una experiencia humana increíble para todo el equipo”, afirma Zuazua.

La actriz Blanca Portillo será la que se meterá en la piel de Maixabel Lasa y Luis Tosar será Ibon Etxezarreta; María Cerezuela y Urko Olazabal interpretarán los papeles de María Jáuregui y Luis Carrasco, respectivamente.

La génesis de 'Maixabel'

Para hablar de la génesis del proyecto, que concluirá su rodaje el 26 de marzo -desean que esté lista para septiembre, para el Zinemaldia-, hay que remontarse una década, a cuando Zuazua trabajaba en Madrid en la producción de Zipi y Zape y el club de la canica y leía las crónicas sobre los encuentros que la periodista Mónica Ceberio publicaba en El País. “Le comenté a Juan Moreno que ahí había una historia increíble. Me parecía muy emocionante que el núcleo de las personas que habían generado y sufrido el daño, sin ningún tipo de instrumentalización política, ni interés electoral, se encontrasen con ánimos de encontrar una vía de conciliación”, asegura en declaraciones a este periódico.Era algo “único”, no en vano, ETA todavía seguía activa. Los encuentros, no obstante, concluyeron cuando se produjeron los cambios de gobierno en Madrid y en Gasteiz. “Quizá en Euskal Herria se conoce más, pero para gran parte de la sociedad española los encuentros restaurativos son algo desconocido. Es importante que se cuente esto para los que vivimos ahora, pero también para los que vendrán en el futuro”, comenta el productor sobre una historia que “ha costado” que saliese adelante: “Es un tema delicado”, hay “mucho dolor detrás” pero ha prosperado con esfuerzo “porque es un historia que merece la pena ser contada”. “Maixabel es un ejemplo, una pionera y una precursora de la reconciliación de la sociedad vasca, y del camino que la sociedad ha tomado y que nos lleva a una vida en convivencia”, añade.

La idea original que tenían en un inicio era la de hacer un documental -Zuazua conocía a Lasa, debido a que también fue productor de La pelota vasca, de Julio Médem, y en la que participó la viuda de Jáuregui-, pero al no conseguir financiación, apostaron por elaborar una ficción. Después de varios años acabaron ofreciéndole el proyecto a Bollaín y a Campo, que elaboraron un libreto, remarca el productor, “extraordinario”.

Icíar Bollaín dirige 'Maixabel'

“No costó convencer a Icíar Bollaín”, afirma el productor, sobre una cineasta que ya conocía los encuentros restaurativos y que se ha implicado mucho en el proyecto, en una “historia que rezuma humanidad por todos los lados”. “Está contada desde el respeto y desde la dignidad de los protagonistas”, asegura sobre una película en la que, vaticina, “se llorará mucho”.