- ¿Cómo le llegó el proyecto?

-Es algo que viene de lejos. Llegó, más o menos, cuando se planteó por parte de Jon Sistiaga el proyecto de Zubiak. Tanto la directora Iciar Bollaín como la guionista Isa Campo, y el productor Koldo Zuazua, me lo propusieron. De hecho, vinieron a Legorreta en 2018 a uno de los homenajes, a conocer el ambiente, a estar y hablar con la gente, y coger impresiones sobre el proyecto que tenían delante. A mí me pareció interesante. En un primer momento pensé que estaría más relacionado a hablar de Juan Mari, pero el planteamiento está más relacionado con los encuentros restaurativos. Es decir, con lo que sucedió con Juan Mari y, a partir de ahí, lo que pasó después en mi vida.

¿Le han consultado mucho?

-Muchísimo. Hemos metido muchas horas. Han hablado conmigo, con mi hija... les hemos contado muchas cosas. También han estado con gente que me conoce. Se han implicado mucho. Es verdad que el año pasado, con la pandemia, el proyecto estuvo un poco paralizado, pero lo retomaron. De hecho, Iciar me envió ayer un whatsapp sobre cómo iba el rodaje y adelantándome que este fin de semana o el siguiente nos veríamos. Me ha trasmitido que el rodaje va muy bien y que están contentas.

El contacto, por lo tanto, es continuo.

-Sí. De hecho, mi hija y yo estamos invitadas a ver el rodaje de alguna cuestión que me pueda interesar; es algo que está pendiente, pero está ahí.

¿También ha tenido oportunidad de estar con Blanca Portillo, la 'Maixabel fílmica'?

-Sí. Ya la conocía de antes. Me encanta. Es como yo, una mujer sencilla, normal. Me parece muy cercana y muy maja.

¿No le resulta extraño pensar que otra persona la va a interpretar a usted?

-No lo había pensado hasta ahora, pero claro. El otro día le oí decir que ahora ella era Maixabel Portillo (ríe).

¿Una película como esta puede ayudar a entender, no solo el dolor, sino también lo que fueron los encuentros restaurativos de 2011?

-Espero que sirva también para eso. No estaría mal que la gente lo entendiese en toda su dimensión. No fue solo el encuentro en sí, sino que fue un proyecto muy interesante que, de alguna manera, quedó en standby; todavía sigue. Se hizo mucho trabajo con esos encuentros.

No obstante, durante el último tiempo parece que el clima político está más agitado que nunca.

-Solo hay que ver las declaraciones de Daniel Portero solo porque apoyé el manifiesto que hablaba del acercamiento de los presos.

En el artículo que publicó en el Grupo Noticias pedía, precisamente, respeto hacia la pluralidad de las víctimas. No existe una sola visión.

-Unas tendrán razón unas veces y otras, otras veces. Primero somos personas y luego seremos lo que seremos.

"Nos han consultado muchísimo para la película; han hablado conmigo y con mi hija, y también con gente que me conoce?