Seguro que al lector el góspel le sonará a un género del otro lado del charco. Nada más lejos de la realidad. Está bien arraigado en Euskadi. No en vano, desde hace 15 años el Ciclo Góspel, promovido por el pianista donostiarra Iñaki Miguel, ha ofrecido una gran cantidad de conciertos de este estilo musical, que bebe de lo sacro y lo espiritual. Entre diciembre y enero este circuito ha organizado una treintena de conciertos repartidos por todo Euskadi y Navarra, protagonizados por una serie de conjuntos musicales, también impulsados por Miguel. Se trata de Goiko Gela, Ispirit, Evening Prayer, Rock My Soul y Agustí Buriel.

"Desde que soy niño siento mucha atracción por lo que se llama música negra", afirma Miguel, que a través de Retro Musika organiza varios encuentros musicales al año, entre los cuales el Ciclo Góspel es el más potente y el que cuenta siempre con una respuesta de público "muy positiva". Gracias a la programación en Donostia, en su juventud tuvo la oportunidad de ver a conjuntos históricos del género como Golden Gate Quartet.

El origen del góspel lo encontramos en las iglesias norteamericanas, tanto en las afroamericanas como en las blancas. En sus ceremonias, desde hace varios siglos, se utiliza el canto como manera de orar y -góspel, proviene de godspel, es decir, palabra de Dios- y se populariza comercialmente a mediados del siglo pasado. "Cuando la comunidad blanca canta suena más a country y, cuando lo hace la afroamericana, suena más a blues, a soul, a su cultura; ambos góspel suenan diferente", explica Miguel.

Con Mikel San José formó su primer conjunto de góspel, The Upper Room, un dúo de piano y voz, el primer conjunto vasco en trabajar este estilo. Se iniciaron con actuaciones puntuales, antes de tomar la determinación de montar su propio circuito a nivel de Euskadi para no depender de los demás: "Quería dar la oportunidad a los municipios de tener su propio concierto de góspel y que este fuera autóctono, de casa". Poco a poco, año a año, fueron ampliando su circuito hasta llegar a tener citas en los cuatro territorios de Hegoalde.

Se trata de un circuito "consolidado" con municipios que no dudan en repetir año tras año. Es el caso de Hondarribia, que lleva acogiendo conciertos desde hace una década. De hecho, a principios de diciembre la localidad costera ofreció cuatro espectáculos de tres de los conjuntos durante cuatro jornadas, repartidas en distintos escenarios: "Está consolidadísimo, hay un público que demanda góspel". El sábado, por ejemplo, Goiko Gela actuará en Zelai Arizti de Zumarraga.

En este mismo sentido, el organizador opina que la propia iniciativa ayuda a "educar" en el género, lo que contribuye a ampliar el rango de edad del público. Los espectáculos, además, son "dinámicos y divertidos", lo que resulta muy atrayente también para espectadores más jóvenes. De hecho, recuerda Miguel, los integrantes de los conjuntos se mueven entre la veintena y la treintena, por lo que también se percibe cierta afición entre las generaciones más jóvenes.

Propuestas que crecen

En estos quince años, no solo ha crecido el área de influencia del circuito, sino también las propuestas musicales, también en formato dúo. Con la vocalista Ainhoa Eguiguren formó The Lord, con Lidia Insausti sacó adelante Evening Prayer y con Lide Hernando dio vida a Moon Fields.

Hace cinco años, en cambio, llegó un "cambio cualitativo". Miguel decidió juntar a las citadas tres vocalistas con las que formaba dúos y así creó Ispirit, un grupo que bebe de la tradición afroamericana del góspel.

Entre la oferta de este año podemos encontrar también la propuesta de Rock My Soul, un dúo del pianista con la vocalista Karmele Salazar. El 15º circuito se completa, además, con la participación en varias citas del catalán Agustí Burriel. "Hay góspel a la carta", reconoce.

Pese a contar con buenos profesionales en las bandas que dirige, Miguel reconoce que, en ocasiones, le ha resultado difícil encontrar a vocalistas, dado que el góspel requiere "mucho nivel", es "muy exigente".

La palabra de Dios, en euskera

La última propuesta musical ha llegado este mismo año. Goiko Gela bebe más del góspel blanco, "es más country". Este conjunto, formado por las voces de Jon Imanol Etxabe, Karlos Etxaniz, Santi Romano y Olatz Otxoa, bajo la dirección de Miguel, tiene la particularidad de cantar góspel en euskera, además de en inglés.

Si bien en este estilo musical las letras tienen un sentido más bien "religioso", las composiciones propias de Goiko Gela son "poco ortodoxas" en ese sentido y hablan de cuestiones como "la vida, la fraternidad, ponen en relieve los buenos valores como el amor o la amistad". "Son letras que hablan de un mundo mejor, de esperanza, de superación", explica el responsable del ciclo, para después añadir que "aunque pueda sonar raro oír gospel en euskera, la gente lo agradece y, de ahí, la demanda que tiene esta propuesta".

Esta agrupación crea canciones en euskera desde cero y adapta a lengua vasca temas populares en inglés, como Sixteen tons, que ha pasado a ser Hamasei tona, mientras que su versión de Riverside es Erreka ertzean. "Guardan la esencia del sentido original y, sobre todo, la espiritualidad", asegura el responsable de Retro Musika, que a lo largo del año también organiza los festivales Loiola Vintage, el Urumea Blues y el Poetry in Motion.