- El investigador del Departamento de Escultura de la Facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU, David Pavo Cuadrado, ha analizado el interés del escultor oriotarra Jorge Oteiza por el arte jondo a través del material de archivo personal del artista.

En dos de sus libros, Oteiza hace mención al arte jondo, un término procedente de la cultura popular española que alude a las formas más originales del flamenco y la tauromaquia. No obstante, cómo este llegó a su interés era una cuestión que había estado, hasta ahora, sin respuesta.

“Las experiencias vinculadas a lo jondo se constatan a lo largo de su vida”, cuenta Pavo, que ha investigado en profundidad buena parte de los archivos personales del escultor guipuzcoano, llegando a la conclusión de que su estancia y situación de exilio entre 1935 y 1948 en Sudamérica fueron determinantes en su influencia.

“Es en 1946, en Bogotá, cuando algunos sucesos vinculados al cante jondo y la lidia, que experimenta en paralelo a la redacción de dos conferencias dedicadas a Francisco de Goya, desencadenan las primeras referencias a lo jondo”, relata el investigador.

Así, Oteiza “se sirve” de esta expresión para dar cuenta de sus interpretaciones estéticas de aquel momento y como interés “para crear un nuevo arte universal en América a partir de dos raíces: la americana y la europea”.

Además, gracias a esta investigación se ha podido conocer con una mayor profundidad la etapa sudamericana del escultor, esclareciendo, de este modo, datos biográficos, experiencias artísticas y laborales y relaciones de influencia con otros artistas que se desconocían. Todo ello ha sido posible a partir de su archivo personal conservado en la Fundación Museo Jorge Oteiza.

La investigación se ha podido realizar gracias a los archivos personales del escultor, que han revelado nuevos datos biográficos