Núcleo de una red de creadores activos. De esta manera podríamos definir a la compañía de artes escénicas Node, que tiene su sede en el espacio de coworking Kutxa Kultur Enea de Tabakalera, y que esta tarde estrenará en la sala Kluba su nueva producción, Conchita Tou. Node abarca no solo la creación, sino que también se encarga de la comunicación y la distribución del producto artístico, así como de la gestión de espacios escénicos -Convent Garden y espacios de Kutxa- con un programa de artes escénicas experimentales mediante la iniciativa Labo.

Ion Estala y Ana Barrantes son los responsables de esta compañía que materializaron en otoño de 2016. Ambos trabajaron durante años en la producción y gestión cultural en Noventa Grados con un resultado de más de 80 eventos, al tiempo que Estala trabajó entre 2011 y 2016 en la compañía de danza y teatro Anakrusa: “El gusanillo siempre había estado ahí y nos animamos el uno al otro”.

Dejaron sus empleos para crear una compañía “no al uso, ni convencional”. “Queríamos que fuera el núcleo de una red que pudiese crear diferentes producciones sin estar sujeta al mismo equipo”, comenta Estala, quien añade que sí que suelen repetir con los intérpretes, porque les gusta su trabajo, pero buscan distintos profesionales en función de cada proyecto.

La danza y la performance “siempre ha tenido un peso importante” en sus creaciones, indica Barrantes, debido a que la creación y dirección es propia y corre a cargo de Estala. No obstante, el teatro y los audiovisuales también han estado presentes para esta compañía. Los responsables explican que su voluntad es la de buscar distintos “canales de creación y comunicación para intentar desarrollar diferentes conceptos”.

En 2017, Node estrenó Cronopia, que se ha incluido en el Catálogo de Obras recomendadas de Sarea -Red Vasca de Teatros- y que cuenta con una versión más corta, denominada Cronopia Xpress, que fue parte del circuito Katapulta de la Diputación.

La primera pieza corta de danza contemporánea fue Tria, mientras que en Natura, que fue seleccionada para la residencia Sortutakoak de Dantzagunea y que se estrenó en septiembre del año pasado, mezclaron performance, danza y documental.

La coreografía partió de las reacciones de la bailarina Paula Parra al ser bombardeada, durante dos semanas, cinco horas al día, con vídeos, audios y entrevistas que ella desconocía. La respuesta de su cuerpo se convirtió en la pieza. Todo ello, ese proceso “tan duro”, fue recogido por Álvaro Sau en un documental que se proyecta tras la obra para poder contextualizar “por qué la bailarina ha hecho lo que ha hecho” durante la representación.

En proceso de creación se encuentra Pugna, que es para Estala su pieza más “personal”, que partió de una “necesidad de sacar las cosas que llevaba dentro”. Son tres historias que giran en torno al personaje central, también encarnado por la bailarina Parra, a la que acompaña el músico Iñigo Serrulla, que toca en directo, y el actor Iván Aizpurua. Cada uno con una dramaturgia diferente, Pugna, a través del shibari -bondage japonés con ataduras-, habla de la relación entre una persona dominante y otra sumisa, “sobre dónde termina nuestra vida privada y comienza lo público”.

‘conchita tou’ Esta tarde estrenarán la comedia surrealista Conchita Tou, que pudiera considerarse “teatro más tradicional”, aunque tampoco lo es, porque en el proyecto se incluyen audiovisuales, grabaciones de audio, coreografías, además de la campaña en las redes sociales creada en torno al personaje de la vidente, encarnado por Nerea Arriola.

Iñaki Cid se basó en las adivinas televisivas, “que juegan con los sentimientos de las personas que llaman”, para crear esta historia. El personaje central de Arriola es el que vive de ese mundo y en Conchita Tou tendrá que enfrentarse al “karma”. El reparto se completa con el citado Iván Aizpurua y con Anuska Etxeberria y el propio Cid -ambos actuaron en Cronopia y Etxeberria, además, lo hizo en Grindr Sorpresa-.

Antes del estreno, realizaron con la pieza una residencia en Kontadores durante la primera semana de abril, que culminó con una muestra abierta de los primeros 20 minutos de la obra en crudo, que les sirvió para comprobar que iban por buen camino. Antes de que nadie se lo adivine, el resultado, esta tarde y mañana, en Tabakalera.

Hoy y mañana. En Kutxa Kultur Plaza, con dos pases: a las 19.00 y a las 21.00 horas. Precio: 12 euros, online; 14, en taquilla.