Contaba ayer Esther Ferrer que un día soñó que nadaba en un mar de números primos del que no había fin. Al despertarse, a la artista donostiarra solo le rondaban estas cifras por la cabeza y comenzó a obsesionarse con ellas. Este océano matemático es una realidad en la instalación Poema de los números primos de la muestra 2, 3, 5, 7, 11, 13, 17, 19, 23... con la que Ferrer inauguró ayer la nueva sala de exposiciones de Tabakalera y que ahonda en la relación entre el ejercicio numérico y el físico.
La repetición y el tiempo han sido una constante en la trayectoria profesional de Ferrer. La artista ha desarrollado buena parte de su obra tratando de responder a la pregunta “¿Qué es el tiempo?”, por lo que cuando Tabakalera propuso a las comisarias Laurence Rassel y Mar Villaespesa realizar una exposición sobre la donostiarra lo tuvieron claro: había que reunir parte de sus performance en un mismo lugar.
“Es un espacio de ensayo y de espectáculo donde todo se puede tocar y manipular. Un recorrido que hay que realizar andando guiado por una serie de números primos”, contó ayer durante la presentación de la muestra Rassel.
De este modo, a través de unas líneas repletas de cifras, el visitante es dirigido por diferentes salas que recogen más de cinco décadas de vida de Ferrer. “Con los años me he dado cuenta de que el soporte puede cambiar la intención de la obra, por lo que no es igual verla en su momento, aquí y ahora o en otro sitio”, indicó la artista.
Tras un pequeño espacio dedicado a piezas sonoras, el recorrido se dirige a un mural lleno de preguntas. “Siempre que expongo algo me piden que escriba un texto y no me gusta, por lo que pongo las preguntas que me hacen sobre qué es una performance. Lo que ahora hemos hecho es trasladar esas cuestiones a un muro”, explicó.
Así, preguntas como si una acción de este tipo es una tortura, un placer, un callejón sin salida o una patraña quedan a merced del espectador, quien puede contestarlas dejando su respuesta en un cuaderno en el que incluso puede añadir sus propias cuestiones.
Este mural comparte espacio con varios proyectos y maquetas que Ferrer ha creado a lo largo de los años. Un proyector emite constantemente sobre una pared una acción de la donostiarra en París y una plataforma retrotrae al visitante a los comienzos de su carrera. Con él, la donostiarra realizó uno de sus primeras performance cuando se unió al movimiento ZAJ en la década de los 70.
No obstante, es la conocida como Las cosas la que más sobresale en este espacio. Cada vez que alguien toca a una de las dos mujeres que se encuentran al fondo de la sala estas quedan “activadas” y empiezan a colocarse objetos sobre su cabeza. Cada uno de ellos -desde un libro hasta un pene de goma- tienen un significado. Por ejemplo, un desatascador es una metáfora de liberar las ideas de la cabeza y un embudo hace referencia a un cuadro de El Bosco con el que la artista quedó “prendada” en su momento.
En la siguiente sala se encuentra una de las dos obras que ha realizado exclusivamente para Tabakalera. Varios hilos, iluminados por la luz natural que llega de una amplia ventana, recorren el techo haciendo “que cada hora sean diferentes, porque su sombra lo va a ser”.
La segunda pieza creada para la ocasión es el mencionado Poema de números primos. Un puñado de estas cifras están pintadas sobre el suelo y unidas por dos cintas, una verde y otra azul. “Elegí estos colores porque son los que me hablan del mar y el mar es algo que tengo asociado siempre a Donostia”, aseguró.
Junto a esta obra está instalado un péndulo que narra “el ritmo del tiempo” y que el visitante puede manipular.
La exposición 2, 3, 5, 7, 11, 13, 17, 19, 23... tiene su final en una de las mayores inquietudes de Ferrer, y que también tiene relación directa con los números primos: el infinito.
“Para representarlo le pregunte a mucha gente qué era para ellos el infinito y la mayoría me hablaban de algún recuerdo de la infancia o de un sueño que habían tenido, por lo que decidí representarlo con lo que en matemáticas es el infinito: el número Pi”, reveló.
Así, ocho cuadros pintados con cubos de diferentes colores se unen en un último que junta a todos. Además, cada pequeño cuadrado cuenta con una de las cifras correspondientes al número Pi.
programa de acciones La exposición 2, 3, 5, 7, 11, 13, 17, 19, 23... se podrá visitar en la primera planta de Tabakalera hasta el próximo 26 de mayo. Durante ese tiempo, la muestra contará con un programa de acciones de artistas invitados por la propia Ferrer.
Hoy mismo, a partir de las 10.00 horas, la donostiarra y la comisaria Rassel participarán en un desayuno-conversación sobre su obra.
El próximo viernes, el alemán Boris Nieslony realizará una performance en el mismo espacio por el que también pasarán Anne-Marie Cronu (17 de abril), Roi Vara (26 de abril), O.R.G.I.A. (3 de mayo), Paula Valero (10 de mayo), Maialen Lujanbio (17 de mayo) e Isidoro Valcárcel (24 de mayo).
El programa se cerrará con una variación de una acción que la propia Ferrer desarrolló a lo largo de su trayectoria. Esta cita será el 25 de mayo a las 18.00 horas y contará con la presencia de la artista donostiarra.
La muestra se puede visitar de martes a domingo entre las 12.00 y las 20.00 horas.