elizondo - Casi 90 actores, más de 95 localizaciones, 19 semanas de rodaje, 12 de preparación, 235 secuencias, dos unidades... Son algunas de las coordenadas sobre las que se articulan Legado en los huesos y Ofrenda a la tormenta, los dos títulos que completarán la adaptación al cine de la Trilogía de Baztan y que, por primera vez en el cine español, se están filmando a la vez con un gran alarde de medios técnicos y humanos. No en vano, “estas dos películas son mucho más ambiciosas y complicadas que la primera”, comentó su director, el pamplonés Fernando González Molina, ayer en la visita organizada para los medios de comunicación.
Junto al realizador, comparecieron ante la prensa la protagonista, Marta Etura, que da vida a Amaia Salazar; y los otros dos personajes principales de la saga, Carlos Nene Librado, que repite en el papel de Jonan Etxaide, y Leonardo Sbaraglia, que se incorpora como el juez Markina, personaje clave en la segunda y la tercera parte de esta saga creada en el papel por Dolores Redondo, que también se trasladó a Elizondo para la ocasión e incluso realizó un cameo en una escena.
La capital del Valle de Baztan fue el escenario principal en El guardián invisible y vuelve a ser muy importante en las dos películas restantes, aunque en estos casos las tramas llevan a los personajes a otros lugares de Navarra, como Pamplona. Y es que, como apuntó el director, “en estas películas hay muchos personajes y pasan muchas cosas en muchos sitios”. “La primera es más reflexiva, más pequeña, pero estas dos son más ambiciosas, tienen más acción; pasa como con las novelas, son como círculos concéntricos, la primera sucede en cuatro o cinco días, la segunda es más grande y el enemigo también lo es, y la tercera es casi una ópera”. Todo esto acarrea “mucha complejidad”, explicó el director, que si bien está acostumbrado a manejar abultados presupuestos y largas filmaciones, caso de Palmeras en la nieve, cuya grabación duró trece semanas, reconoció que “nunca había rodado tantos días seguidos”.
estrenos Para González Molina, el rodaje que inició a finales de agosto en Barcelona no supuso tanto un reencuentro con la Trilogía de Baztan como la “continuidad” de “un viaje muy largo” que inició antes del estreno de El guardián invisible, en marzo de 2017, y que se prolongará hasta el estreno del tercer título, previsto para el 3 de abril de 2020. “El objetivo siempre fue hacer, por primera vez en España, una trilogía seguida”, insistió el director, que agradece la implicación de los equipos técnico y artístico en el “experimento” que supone filmar dos películas a la vez. “Empezamos en agosto y vamos a estar hasta febrero, eso supone estar muchos meses fuera de casa y les agradezco un montón su trabajo”. Un trabajo “muy complejo” e “intenso” que incluye dos rodajes de nueve semanas y media cada uno, pero que, al mismo tiempo, provoca que los equipos estén “muy engrasados” para afrontar los retos que plantean estas producciones, “que son muchos”.
recreación de una riada No había más que ver la espectacular escena de la riada que se rodó ayer y que convirtió parte de la calle Jaime Urrutia en un auténtico barrizal recreado por un equipo de arte liderado por Antón Laguna, director artístico que repite en un apartado técnico al que se ha sumado, como principal novedad, Xavi Giménez en la dirección de fotografía. “Es un gran fichaje, ya habíamos trabajado juntos en Palmeras y estamos investigando nuevos caminos para reflejar el valle”, dijo el realizador en referencia a las atmósferas de misterio, en ocasiones mágicas, que rodean las tramas en general y al personaje de Amaia Salazar en particular. “Esos elementos mitológicos ya estaban presentes en la primera película, y esta vez estamos intentando mejorarlos y colocarlos en el sitio adecuado en cada una de ellas”.
En cualquier caso, González Molina reveló que los dos nuevos filmes no serán tan oscuros ni tan lluviosos como el primero. “La Trilogía comienza con una mujer herida, con fantasmas, que en la segunda historia supera esa situación con la fuerza que le da ser madre y en la tercera se enfrenta al enemigo más terrible”. En definitiva, es “el viaje de la protagonista hacia la luz”. Y, aunque tiene muchos elementos de thriller, defiende que estamos más bien ante “una saga” que también incluye drama, un toque fantástico, con Basajaun, Ttarttalo e Inguma, entre otros perosnajes mitológicos, y “hasta aventuras”.
En cuanto al elenco, el pamplonés calificó de “lujo” poder contar con los mismos intérpretes que ya participaron en El guardián invisible, “a los que se añaden nombres importantes”. Como el de Leonardo Sbaraglia, seleccionado para encarnar al juez Markina tras un casting de más de un año. “Es un personaje clave y buscábamos a alguien con inteligencia y carisma. Vimos a bastantes actores y al final nos animó la capacidad de seducción y el misterio que transmite Leo”; aunque lo determinante fue, sin duda, “la química que tiene con Marta”. “Estos dos personajes viajan juntos por estas historias y había que conseguir que su relación casi trascendiera la pantalla”, agregó el director, que de Marta Etura destacó que tiene a Amaia “absolutamente interiorizada; ha hecho un camino profundo que le ha permitido sumergirse en ella”. Y muy intenso, no en vano aparece en 221 de las 235 secuencias y va a rodar 100 días seguidos. “Nunca se ha hecho en España un personaje femenino de tal calibre; conseguir que Marta acabe las pelis, mantener el nivel de interpretación y de producción es el objetivo y mi preocupación principal ahora mismo”, reiteró el realizador, muy agradecido con el apoyo de los productores y de los distribuidores “por aceptar grabar las dos películas seguidas” y por apostar fuerte por sus estrenos, el 5 de diciembre de 2019 y el 3 de abril de 2020, “dos fechas fantásticas en las que también tendremos mucha competencia”.
A González Molina le agradece Carlos Nene Librado “la oportunidad” que le dio al iniciarse en el cine nada menos que con un papel protagonista, el de Jonan Etxaide, “el compañero fiel” de Amaia Salazar. Tanto el realizador como los productores “me abrieron las puertas” por las que luego le han venido otros trabajos como la serie Gigantes, indicó el actor, “feliz” de estar de vuelta en Elizondo con este papel que en la segunda y tercera entregas “estrecha lazos” con su jefa, la conoce mejor y, por eso, debe empeñarse en “encauzarla” cuando ve que se está desviando de su camino por frecuentar a algunas personas.
la autora Dolores Redondo no tuvo más que buenas palabras para unos productores y un director “muy generosos” que la han invitado “a una fiesta que no es la mía, porque yo no hago películas”, aunque ya está inmersa en la producción de Todo esto te daré, en la que estará más involucrada. “Estoy muy feliz de que las tres películas se hagan realidad, nunca me he arrepentido de ceder los derechos”, operación que apenas le reportó 2.000 euros, indicó. Sobre la incorporación de Imanol Arias al reparto como Sarasola dijo que saltó “de alegría” al enterarse porque “encaja” con el personaje y porque “soy fan de Imanol desde Anillos de oro”. La elección de Sbaraglia “me chocó más” por aquello del acento argentino, pero “me convenció algo que como espectadora para mí es muy importante”, como es la química con Marta Etura, cuyo trabajo alabó.