Bera - El frondoso y centenario magnolio del jardín de Itzea, la casa familiar de los Baroja en Bera, sirvió de escenario a la presentación de Adiós a la bohemia, el disco con el que Joserra Senperena y Rafael Berrio han “actualizado” la única zarzuela del autor donostiarra. “Hemos hecho una versión propia y la hemos traído a nuestro terreno”, aseguran dos músicos que cuentan con una larga trayectoria en el ámbito del pop y del rock.

Donostia Kultura y la Fundación Otxoa de Barandika han financiado este álbum protagonizado por Berrio y Ángela Molina como voces principales, y en el que la partitura para orquesta del maestro Sorozábal ha sido destilada en bellas melodías de piano arregladas e interpretadas por Senperena. El estreno de la ópera chica tendrá lugar el domingo día 25 en el Victoria Eugenia (19.00 horas) y contará, entre otros invitados, con Antonio Bartrina, Josean Bengoetxea, Alondra Bentley y Miren Iza. El proyecto cuenta con la aprobación de los herederos del compositor y del escritor, y de hecho, Pío Caro-Baroja Jaureguialzo, abrió ayer las puertas de Itzea para la presentación.

crítica a la bohemia La “aventura” comenzó hace unos dos años cuando Berrio preparaba una conferencia sobre Baroja -“el más grande escritor”- y supo de la existencia de Adiós a la bohemia. Pese a ser la “preferida” de Sorozábal, la zarzuela fue un fracaso desde su estreno en 1933 en Madrid. Para que no quedaran butacas libres en el teatro, los responsables del montaje invitaron a soldados, prostitutas y chulos, un público que en opinión del compositor donostiarra, no supo apreciar su arte.

Ambientado en un café de 1900, el libreto narra el reencuentro de Ramón (Berrio) y Trini (Molina), un pintor fracasado y su antigua modelo, dedicada ahora a la prostitución. Sus 17 números plantean “una reflexión sobre el amor, el arte y la bohemia” que tan “aceradamente” censuraba Baroja. “Él conoció ese mundillo pero no participó de él porque era un hombre muy trabajador y aquellos bohemios no habían conseguido escribir ni cuatro líneas, no tenían obra. Es una crítica, con cierto patetismo y algo de cariño, pero una crítica al fin y al cabo”, afirmó Berrio.

Senperena añadió que esa idea del “cuestionamiento del arte” les interesó tanto como el “carácter popular” de la partitura de Sorozábal, que en sus memorias defendía “una música sencilla, espontánea, garbosa, que tuviera salero y sentimiento, con sabor popular pero no folclórico ni populachero”. El compositor abogaba por una obra que, “dentro de su sencillez, los entendidos en música encontrasen huellas de modernidad hasta pensar incluso en Stravinski”. Tanto es así que en la nueva adaptación se ha respetado el texto de Baroja pero un par de melodías -Yo, poeta fracasado y ¡Absurdo!- han sido creadas de cero por Berrio y Senperena porque eran inadaptables.

De “himalaya” calificó el pianista la versión para voz y piano de una zarzuela que ha cuidado mucho la elección de su elenco comenzando por la protagonista femenina, toda una leyenda del cine español. “Necesitábamos una actriz que no sólo cantara sino que también interpretara las partes dialogadas. Ángela Molina era la persona perfecta y sorprendentemente, aceptó. estamos encantados”, aseguró Rafael Berrio, que como protagonista masculino llevó “muy mal” el cambio de registro. “Pasar del pop a la zarzuela es muy difícil y el de Ramón es un papel para un tenor lírico o un barítono y yo no lo soy. Pero al final hemos llevado la obra a nuestro territorio. Quien espere una versión como la de Teresa Berganza se llevará una decepción, lo nuestro es infinitamente mejor porque a los cantantes líricos no hay quien les escuche, son una pelmada”, ironizó.

Antonio Bartrina (Malevaje) interpreta al vagabundo que introduce la acción y la cierra con versos que parecen extraídos de la pluma de Berrio: “¡Realismo! ¡Realismo! Cosa amarga, triste. ¡Vale más vivir en el sueño...! ¡En el sueño!” Además, el actor Josean Bengoetxea encarna al lector del Heraldo, y hay dos coros, uno de pintores -Petti, Rafa Rueda y Ander Zulaika- y otro de mujeres de la calle -Miren Iza, Alondra Bentley y Gabi Etxeni-. Todos participarán en el estreno, pero no lo harán algunos invitados que sí aparecen en el disco, como Eusebio Poncela, que da vida a un sátiro que se autodenomina “pulpo erótico”. “La obra es muy barojiana, destila amargura”, opinó Berrio.

Miren Azkarate, que acudió a Bera acompañada por el director de Donostia Kultura, Jaime Otamendi, y el programador musical Miguel Martín, elogió esta versión de Adiós a la bohemia. “Quizá no agrade mucho a los amantes de la zarzuela pero uno de nuestros cometidos es cuidar las obras antiguas y propiciar nuevas lecturas, visiones e interpretaciones acordes al tiempo actual”. “Esto demuestra que Baroja sigue vivo, y de hecho, es el único escritor de la Generación del 98 que vive”, terció Berrio.

Por su parte, el editor y fotógrafo Pío Caro-Baroja Jaureguialzo se mostró entusiasmado con un proyecto que le pareció estimulante desde el principio. “Acostumbrado a recibir visitas de profesores que quieren estudiar la caligrafía de Baroja, que venga un rockero noctámbulo a adaptar esta zarzuela me parece divertido”, aseguró el anfitrión durante un sabroso aperitivo de txistorra y pastel de pescado regado con sidra y vino tinto.

La función del día 25 comenzará con una selección de obras propias de Senperena, que tocará solo al piano, y en la segunda parte se interpretará la zarzuela propiamente dicha.