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Las librerías ‘low cost’ revolucionan la ‘segunda mano’

La franquicia Re-Read, con una tienda en Donostia, reinventa la compra-venta de libros usados

Las librerías ‘low cost’ revolucionan la ‘segunda mano’

Barcelona - La crisis ha llevado a muchas librerías a cerrar o a reconvertirse en low-cost (bajo coste), como las de la franquicia Re-Read, que tras abrir su primer local en Barcelona en 2013, ahora cuenta con tiendas en Madrid, Gijón, Málaga, Zaragoza, Sevilla y Valencia, entre otras, así como en Donostia, además de en Iruñea y en Bilbao.

El reclamo es atractivo: 1 libro, 3 euros; 2 libros, 5 euros; 5 libros, 10 euros. Gran parte del éxito de las librerías Re-Read procede de revolucionar el concepto de librería de segunda mano, pues son establecimientos de diseño moderno donde impera el orden y los ejemplares se pueden encontrar fácilmente.

Los impulsores de las Re-Read son la pareja formada por Mercedes Zendrera y Nicolás Weber, que desde 1982 regentaban la librería Baibars, especializada en el mundo árabe, y que funcionó bien hasta que, hacia 2009, se plantearon cerrar “porque la situación era insostenible”, explicó Zendrera.

Pese a todo, optaron por seguir en el sector con un nuevo tipo de librería, que se resume en la frase “libros casi nuevos a un precio imposible”.

Para desarrollar su idea Zendrera y Weber contaron con el estudio de diseño Talking. “Realmente no te das cuenta de que es una librería de segunda mano hasta que buscas en las estanterías”, resaltó.

En ellas, el lector hallará títulos desde los años 90, “que pueden tener una segunda vida y dar muchas alegrías a otras personas”, apuntó Zendrera, quien precisó que también ofrecen clásicos en buen estado.

Una de las claves de las Re-Read, frente a las tradicionales librerías “de viejo”, es que los libros han pasado de estar revueltos en un cajón a estar perfectamente clasificados, para lo que usan el sistema estándar IBIC.

Re-Read adquiere libros a particulares a un precio de 20 céntimos, unos ejemplares que luego se venden en la tienda a entre 2 y 3 euros.

“Con este modelo hemos creado lectores que no podían pagar el precio de un libro nuevo y también lectores que se habían pasado al e-book y que han vuelto al papel por nosotros”, destacó Zendrera. - Efe