donostia - Mes a mes vamos sabiendo más sobre la adaptación al cine de la novela de Dolores Redondo El guardián invisible, cuyo estreno será el 3 de marzo de 2017. Y cada acto se vive con gran expectación. Como el de ayer en Donostia. Los productores de la película homónima dirigida por el pamplonés Fernando González Molina aprovecharon el marco del Zinemaldia para dar a conocer unos minutos, apenas cinco, del metraje de este proyecto que, en palabras del realizador, se caracteriza por los contrastes. Como ejemplo, “hemos querido hacer un thriller y, a la vez, un drama de personajes”. Otra de sus claves, la atmósfera de Baztan, sin ninguna duda.
La sala de los cines Príncipe se quedó pequeña para recibir al numerosos público que se acercó a un acto en el que también tomaron parte las actrices que encarnan a las cuatro mujeres protagonistas de la historia: Marta Etura, que da vida a Amaia Salazar; sus dos hermanas en la ficción, Elvira Míngue (Flora) y Patricia López (Rosaura); además de Itziar Aizpuru (tía Engrasi). También estuvieron los productores Mercedes Gamero y Adrián Guerra, de Atresmedia y Nosotromo, respectivamente, e Ignacio Segura, de la distribuidora DeAPlaneta, que auguró gran “proyección internacional” a la película.
dualidad González Molina, responsable de éxitos como Palmeras en la nieve, explicó que este es un filme que “vive del contraste y la dualidad”. “Hemos querido hacer un thriller y un drama de personajes”; del mismo modo que en el argumento conviven la racionalidad de la investigación policial y el componente mágico de la mitología vasca. Asimismo, “en todo el proceso hemos tratado de ser fieles a la historia original mientras teníamos la necesidad de que este fuera un relato con personalidad propia”. Un relato que, en opinión del director, “es una historia local y profundamente internacional” al tiempo.
Sobre el rodaje, González Molina dijo que le encantó rodar al fin en Navarra y alabó el trato recibido en Baztan. “Todo han sido facilidades y la película es un alarde de paisaje y carácter navarro”, agregó, sin ocultar que la grabación fue complicada. “Fue difícil, las circunstancias eran extremas”, lo que ha quedado reflejado en la película como “un viaje por los bosques, por la lluvia, por el invierno...” Y destacó la enorme labor desempeñada por Marta Etura en ese contexto. “Fue la primera actriz que me propusieron para el papel, pero como a los directores nos gusta tener la última palabra, me vi a casi todas las actrices que hay en España hasta volver a Marta, que ha interpretado como nadie el corazón y la fuerza de Amaia Salazar”, subrayó. La actriz donostiarra se siente “muy afortunada” de ser este personaje “tan bien escrito”. “He visto la película en bruto y es muy potente, tiene mucha fuerza y una imagen espectacular”, comentó, y reconoció que este había sido “un trabajo intenso como pocos”.
“Esto es una putada”. Así de rotunda se mostró Elvira Mínguez. “Ahora tengo una ganas de ver la peli...”, exclamó, provocando las risas de los presentes. “Me ha emocionado, sobre todo he visto que la parte de estas mujeres que comparten un pasado ha llegado muy bien; esa dureza ha quedado reflejada, y la imagen es apabullante”, continuó, y dio las gracias a Dolores Redondo “por escribir personajes de mujeres adultas”. Patricia López, que debuta en el cine como Rosaura, expresó su gratitud al director por darle todo el material que le sirvió “para rascar y trabajar” las cosas que mantiene ocultas el personaje, así como a sus compañeras “por haber sido tan generosas”. Itziar Aizpuru, descubierta en Loreak, calificó de “mujer dulce y entrañable” a la tía Engrasi y contó que “gracias a la novela de Redondo he vuelto a leer”.
protectora También fue un día de emociones para la escritora donostiarra afincada en Cintruénigo. No pudo evitar que se le humedecieran los ojos tras el visionado de los primeros minutos del filme. “No podéis imaginar lo que supone para un autor ver a sus criaturas vivas”, señaló. Y recordó que el proyecto cinematográfico “se abordó incluso antes de que se publicase la novela, sin saber si iba a tener éxito o no”. Cuando, en efecto, la repercusión fue aumentando, “empezó a crecer una responsabilidad, un cuidado, para intentar conciliar lo que yo llevo dentro con lo que los lectores esperaban”. De modo que cuando la producción se puso en marcha, también surgió “un miedo”, porque “siento que debo proteger lo que ya no es mío, sino de la gente”. De ahí que al principio “Fernando y yo tuvimos una pugna; era una cuestión de respeto hacia los que habían levantado algo que nació como pequeñito”, reconoció la autora, que, sin embargo, fue “respirando” cuando le llegaban noticias sobre el casting, sobre todo cuando supo que Marta Etura era la elegida para dar vida a Amaia Salazar y cuando vio que Baztan iba a tener el peso adecuado. “Es un personaje que casi está por encima de Amaia; marca la pauta de su comportamiento, de su vida y de su futuro”, expresó Redondo, que admitió que, después del pase de ayer, “esa necesidad de protección se me ha venido abajo”. “La potencia y la fuerza que encontrasteis en la novela la vais a encontrar en la película; vamos por el buen camino”, terminó.
González Molina, a tope. El director de Pamplona se encuentra inmerso en el desarrollo de la serie Dime quién soy, basada en la novela de Julia Navarro, para Movistar, junto a la también navarra Laura Belloso. Además, trabaja en el guión de Jordi Gasull Hijos del sol, una superproducción sobre la conquista de América, y en la adaptación al cine de la obra de teatro La piedra oscura, de Alberto Conejero.