Madrid - Con la puesta en escena en el Teatro Español de Cargamento de sueños, de Alfonso Sastre, y El hermano, de Medardo Fraile, José Luis Garci rinde homenaje al grupo teatral Arte Nuevo en la que considera una “única e irrepetible” experiencia como director teatral. Bajo el título de Arte Nuevo (Un homenaje) se han reunido las obras con las que Garci trae a la actualidad a dos miembros del movimiento de vanguardia que caracterizó el teatro español de posguerra, en el que también figuran nombres como los de Alfonso Paso, José Gordón, Enrique Cero o Carlos José Costas. Estos jóvenes que se reunían en el café Arizona de Madrid fueron para Garci “el primer grito existencial del teatro de vanguardia e hicieron un teatro estupendo”. “Además, ellos estaban en la pura vanguardia, habían investigado en una época en la que incluso en Europa no era fácil hacerlo”, dice.

Durante la presentación de las obras que se estrenarán el próximo jueves, una detrás de la otra y con un descanso de quince minutos, recuperando así una de las características de la época, Garci recordó que ya en su película You’re the One rindió tributo al grupo a través de Lydia Bosch, cuyo personaje había formado parte del mismo. Por ello, cuando Juan Carlos Pérez de la Fuente, director del Teatro Español, le propuso dirigir una obra no dudó en este homenaje “en el que inicialmente pensé introducir también la obra de Alfonso Paso Un tic-tac de reloj pero fue imposible, no entraban las tres”.

Garci confiesa que No es ni director de cine ni director de teatro, “soy un aficionado al cine y un aficionado al teatro” y recuerda que cuando tenía 20 años montó obras teatrales, “luego pasé a escribir guiones y abandoné el teatro”.

A pesar de que ha calificado como “maravillosa” una experiencia que es todavía más especial al producirse en el Español, cree que no va a volver a repetirse, como tampoco el dirigir películas. “No he perdido ni interés ni ilusión solo que quiero un mundo sin reuniones ni discusiones, eso ya ha pasado para mí”. El director recuerda que “jubilarse viene de jubilo y a mí me quedan muchas cosas por hacer que me gustan”, como sería comisariar una exposición de pintura de alguno de sus artistas preferidos.

Los “fantasmas” del Español le han acompañado en sus paseos solitarios por el patio de butacas o sobre el escenario. “Aquí están todos los fantasmas de la historia del teatro. Es un terreno sagrado; un considerable grado de la cultura de España está en el Español”, afirmó el director que también ha querido recuperar en estas obras el telón, que en el Teatro Español es una obra maestra.

“Fue un disparate” quitar el telón. “Cuando se levanta y se ve el escenario es algo mágico”, como ocurría cuando se descorrían las cortinas de los cines. - Efe