En su primer libro de cuentos, el escritor Jorge Luis Borges incluyó una historia titulada Biblioteca de Babel, que aludía a una biblioteca infinita. El artista José Ignacio Díaz de Rábago partió de esa idea para el proyecto que acoge el centro Carlos Santamaría del Campus de Gipuzkoa de la UPV-EHU. Biblioteca de Babel XII es la duodécima obra de una serie creada por el artista en distintos espacios y, en este caso, se puede comprobar que los libros levantan el vuelo; quien ingrese en el vestíbulo de la biblioteca universitaria no podrá evitar mirar hacia el techo, donde miles de libros forman un enjambre caótico.
La instalación de Díaz de Rábago está creada con 4.000 metros de cable y 2.000 libros que han sido taladrados para crear una red en la que cada ejemplar cobra una identidad: llenan un gran vacío de 3.000 metros cúbicos. “En contraposición con todos aquellos que dicen que los libros en papel están muertos o están muriendo, esta exposición anuncia la resurrección del papel”, declaró ayer el artista. Aparte de dar importancia al libro, Díaz de Rábago también destaco que al descontextualizar este objeto, además del contenido, la instalación demuestra que “en el libro el contenedor también tiene valor”. También aseguró que el lugar le parecía idóneo, ya que considera que las bibliotecas tienen que ser un lugar de encuentro y de debate, porque “el conocimiento no está ligado con el aburrimiento” y, a su juicio, “hay que impulsar la cultura artística en lugares como este”.
El artista madrileño ha contado con la colaboración de varios alumnos de Arquitectura para realizar el proyecto.
Por su parte, la vicerrectora del Campus de Gipuzkoa de la UPV, Ana Arrieta, apuntó que se trata de una instalación de “primera línea” realizado por un artista “fuera de serie”. “Es una gran obra de arte que tendrá un efecto conmovedor en el público”, aseguró Arrieta, quien agregó que en esta muestra, el libro es un material de construcción que invita a que el visitante pueda reflexionar sobre el valor del libro y del papel. “Lo que imaginamos al leer un cuento se transforma en una obra real aquí”, apuntó.
Además, la vicerrectora se mostró muy contenta porque con esta exposición, la UPV se suma a las actividades inaugurales de Donostia 2016. “Es el primer paso de un largo viaje y servirá para abrir el camino a muchas otras actividades”, afirmó. “Acoger esta obra es un honor, porque es un excelente punto de arranque”.
Fernando Álvarez Busca, director de Comunicación de Donostia 2016, afirmó que están muy felices porque se trata de una exposición “muy potente” que enriquece el programa de la Capitalidad en estos días inaugurales, donde se están celebrando más de 70 actividades. Álvarez aseguró que la exposición le fascinó en cuanto la vio, ya que le pareció “muy bonita”. “Además, la instalación encaja muy bien con nuestra visión de convivencia; demuestra que cuando formamos un colectivo podemos llegar a más, igual que el efecto que consiguen todos estos libros al unirse de esta manera, pero al mismo tiempo, no perdemos la fuerza que tiene lo individual, la identidad de cada uno”, apuntó.
Futuros proyectos
Por otro lado, destacó que esta es la primera iniciativa en la que colaboran Donostia 2016 y la UPV, pero que después trabajarán juntos en otros proyectos. Por un lado, Tiras que aflojan será una exposición que muestra la evolución formal y de contenido de las viñetas de los periódicos desde finales de los años 70 hasta nuestros días y hará un recorrido que servirá para recordar y conocer la atmósfera social y política que dio lugar a dichas tiras gráficas.
Además, Donostia 2016 y la UPV también colaborarán en Ehunberri, un proceso de investigación y participación centrado en la reconstrucción del tejido social de Euskadi a través de charlas y talleres, entre otras actividades. Este proyecto pretende tratar nuevas ideas desde las que profundizar en la convivencia y el futuro inmediato de Euskadi.