beyoncé, Lady Gaga, Katy Perry, Miley Cyrus, Taylor Swift... La historia de los Europe Music Awards (EMA) es una sucesión de breves reinados femeninos con una única constante, la de Justin Bieber, indiscutible rey que ha fraguado con éxito su paso de niño a no tan niño en una sexta noche de gloria. Cinco veces consecutivas se había hecho el músico canadiense con el galardón al mejor artista masculino y el domingo por la noche en el Mediolanum Forum de Milán, en la XXI entrega de estos galardones de la cadena MTV, volvió a proclamarse ganador de esa distinción y, de propina, de otras tres, en una velada que contó incluso con el número 1 del tenis mundial, Novak Djokovic. Para Bieber fueron los gritos más desgarrados y también los premios a mejor look, artista de América del Norte y colaboración por su trabajo con Skrillex y Diplo en Where are ü now?, anticipo de su esperado disco de madurez, Purpose, que se publicará el mismo día que el de One Direction.
Muy agradecido a su padre y a su madre, se impuso además a la clara favorita, Taylor Swift, gran triunfadora hace unas semanas en los Video Music Awards (VMA), quien partía con nueve nominaciones (frente a las seis de Bieber). Finalmente concretó una, eso sí, de las más importantes, la de mejor canción por Bad blood.
Bieber no lloró como en aquellos VMA, los premios de vídeo, tras cantar después de un periodo bastante largo alejado de los escenarios (no de los titulares controvertidos), pero sí volvió a cuajar una gran actuación, esta vez con más de 30 bailarines, porque a esta gala se le puede achacar y discutir un sistema de voto dominado por los afectos adolescentes, pero nunca la espectacularidad. Para el recuerdo quedará el arranque con el enérgico barrido por todo el escenario de Macklemore & Ryan Lewis y a Eric Nally volando hasta la luna, el acrobático baile sobre patinete eléctrico de Jason Derulo o la romántica Love like you do de Ellie Goulding, surgiendo de una gigantesca ostra de cristales como la versión 3.0 de la Venus de Botticelli.
600 millones de votos También tocaron la prometedora revelación británica Jess Glynne, Rudimental con la colaboración de Ed Sheeran, la novel Tori Kelly versionando ante una cortina de más de 10.000 CD a TLC, The Fugees y, junto a Andrea Bocelli, el Just give me a reason de Pink, sin olvidar la participación de Twenty One Pilots, James Bay y, como cierre, la de Pharrel Williams con una espectacular actuación en la que interpretó su tema Freedom en conexión con la Plaza del Duomo de Milán, donde miles de personas sujetaban una enorme bandera por la libertad de 23x16 metros, elaborada con banderas de diferentes países de todo el mundo, representando a un nuevo y utópico país sin fronteras. En cuanto al resto de premios, decididos por más de 600 millones de votos de los seguidores de MTV, quedaron muy repartidos: mejor artista femenina, Rihanna; mejor vídeo, Macklemore & Ryan Lewis por Downtown; mejor artista pop, para One Direction; Coldplay, mejor artista de rock; Shawn Mendes, artista Push (algo así como el nuevo gran valor), y Martin Garrix, mejor artista de música electrónica. Ed Sheeran, sosísimo presentador de la gala junto con la más chispeante Ruby Rose, recogió los galardones de mejor actuación en directo y mejor World Stage, mientras que su predecesora en esas labores, Nicki Minaj, se llevó el de mejor artista de hip hop, y Lana del Rey, el de mejor artista alternativa.
En los apartados regionales, el italiano Marco Mengoni les arrebató a las españolas Sweet California el premio a mejor artista europeo; el de América Latina fue para la brasileña Anitta y el de África e India, para Diamond Platnumz; el de Asia se lo llevó Ane Zhang y el australiano, 5 Seconds of Summer. Además, Duran Duran volvió a la cadena que le sirvió de puente hace tres décadas para acometer junto a Spandau Ballet la llamada segunda invasión británica en Estados Unidos y recibió el nuevo Video Visionary Award en reconocimiento a sus pioneros vídeos musicales y su influencia en artistas como Lady Gaga y The Killers.
La gigantesca retransmisión de los EMA llegó un año más a los 160 territorios en los que está presente MTV en el mundo y, por primera vez, pudo seguirse desde casa como una de las 8.000 personas que asistieron al Mediolanum Forum, mediante una app que permitía disfrutar de una perspectiva de 360 grados del evento.
El año que viene será la ciudad holandesa de Rotterdam la que tendrá el privilegio de acoger por segunda vez los premios, casi veinte años después de aquella edición de 1997 en la que brillaron U2, Aerosmith y Bjork, entre otros.