donostia - “Desde niño, siempre quise conocer la fábrica de Patricio Echeverría desde dentro”, confiesa Gorka Salmerón, fotógrafo legazpiarra. Su familia, como muchas otras de la localidad, trabajó durante años en esta empresa que contribuyó el crecimiento del pueblo. Ese hecho no hizo más que incrementar la curiosidad del fotógrafo cuando fue adulto, así que en 1991 inició una serie fotográfica sobre la empresa, titulada Leaxpi Industri Paisaiak, en la que se recogen los últimos meses de actividad de la compañía antes de su cese. Solo es el final de lo que se podrá ver en el Photomuseum de Zarautz hasta el próximo 22 de noviembre, ya que la exposición Patricio Echeverría S.A. Legazpi, Gipuzkoa. 1918-1993 muestra el desarrollo de la empresa durante más de 70 años de actividad, gracias a una labor de investigación que ha hecho Salmerón durante muchos años.
La muestra reúne instantáneas desde los inicios de Patricio Echeverría S.A., allá por 1918, hasta el cierre en 1993, por lo que el público podrá conocer más de cerca la historia de la industria en Legazpi. “Es la historia de mi pueblo, y muchas familias de Legazpi han podido salir adelante gracias a la fábrica”, señala Salmerón, quien asegura haberse encontrado con muchas sorpresas mientras seguía la pista a todo tipo de fotografías que se hicieron de la fábrica. Apunta que ha podido observar que Echeverría, quien siempre trataba de ofrecer calidad, también la buscaba en los fotógrafos que retrataban la gran fábrica de Legazpi, con estudios como Photito, Central Photo, Marín Material Fotográfico, Willy Koch, o Pando Fotógrafo.
desarrollo de pesa “Mediante distintas imágenes se puede contemplar el crecimiento de PESA; en las fotos del principio, se puede ver que las condiciones del trabajo eran durísimas, y poco a poco se aprecia cómo eso cambia y el volumen que adquiere la empresa”, señala el fotógrafo y comisario de la muestra. Además, gracias a unas tomas aéreas que encargó Echeverría a una empresa catalana, también se puede ver el crecimiento urbanístico de Legazpi gracias a la fábrica. “Antes, el pueblo no era más que un par de calles y unos cuantos caseríos, pero durante los años de Patricio Echeverría se construyeron barrios en los que se alquilaban las casas a los trabajadores de la fábrica a un precio bastante bueno”, continúa Salmerón, que señala que todo el pueblo dependía de la empresa.
Por ejemplo, destaca una fotografía de José García, una de sus favoritas, en las que se ve la entrada de la fábrica. “Me ha llamado poderosamente la atención, ya que la entrada al pueblo es kilométrica, pero aquí la vemos solo con un camión y algún coche; esa imagen tiene mucho encanto para mí”, confiesa. Aun así, el comisario considera que en general, son unas instantáneas “muy potentes y de gran calidad”. “También me gusta la serie realizada por Imprenta Industrial, ya que tiene unas fotografías que enlazan con las vanguardias, son impresionantes y no sabemos quién es el autor”, destaca.
investigación intensa A pesar de que la búsqueda de fotografías no ha sido una tarea especialmente dura para Salmerón, asegura que el material se estaba deteriorando, así que ha tenido que recuperar. “Cuando lo hice, me di cuenta de que eran unas fotos buenísimas de los mejores fotógrafos de cada época”, asegura. Aun así, el trabajo de investigación ha sido intenso, ya que no disponía de ninguna información sobre los años en las que fueron realizadas ni sobre los autores. “He tenido que buscar en archivos, en registros civiles, y hablar con distinta gente”, afirma. Por ejemplo, uno de los fotógrafos, Pando, cuando murió dejó todo su archivo al Ministerio de Cultura, así que Salmerón tuvo que contactar con ellos, para que revisaran los archivos y comprobar en qué año se realizaron las fotografías. “Resultó que era uno de los fotógrafos españoles más importantes del siglo XX y tiene obras en el Reina Sofía, por ejemplo”, subraya el comisario de la exposición, quien hizo labores de detective porque no había muchas pistas sobre las empresas. “He querido recuperar la memoria de estos fotógrafos”, agrega.
Por ejemplo, ha investigado mucho a la empresa donostiarra Photito. “Por un lado, me llegó información que decía que pertenecía a Manuel Mondragón, un mexicano afincado en Donostia; por otro lado, otra pista apuntaba a que un par de años más tarde apareció esa firma en Irun y pertenecía al riojano Valentín Sierra, y no tenemos ni idea de cómo se relacionan estas dos personas”, relata. Para enlazar las fotografías hechas por encargo hasta los años 70 con la serie que hizo Salmerón a partir de 1991, también ha querido incluir en la exposición una serie de imágenes del fotógrafo bilbaino José Luis Ramírez.