Las fiestas de Hernani finalizaron este viernes con el sabor amargo que dejan los graves altercados de la noche de San Juan, cuando una multitud trató de asaltar el Ayuntamiento dispuesta a linchar a una persona que buscaba la protección de las fuerzas policiales. La madrugada del martes fue un continuo sobresalto. Se originó más de una pelea y, lo que parece aún más preocupante, se sucedieron varios episodios de violencia que, alimentados por bulos difundidos a través de las redes sociales, han sido calificados de “ataques racistas organizados” contra jóvenes magrebíes.
“Toda persona que vive en Hernani forma parte de esta comunidad, sea cual sea su origen”. Han sido las palabras expresadas estos días por el alcalde de la localidad, Xabier Lertxundi. Consultado por este periódico, el máximo regidor, que estuvo presente en el lugar de los hechos tratando de calmar los ánimos, ha optado por guardar silencio a la espera de que finalicen las fiestas para hacer una valoración. Lo hace, eso sí, con el convencimiento de que “la violencia y el racismo no pueden tener cabida en este pueblo”.
Un mensaje que parece oportuno trasladar en este arranque del calendario festivo de verano en Gipuzkoa en el que son habituales las altas concentraciones de personas bajo los efectos de elevadas ingestas de alcohol y drogas, en un contexto político y social en el que el discurso antiimigración, que es combustible para la extrema derecha, comienza a contaminar a otras esferas de la sociedad, con el debate de la seguridad ciudadana convertido en uno de los principales problemas que percibe la ciudadanía vasca.
De hecho, esta misma semana el lehendakari Imanol Pradales ha anunciado la creación de un "gran foro" sobre seguridad que se constituirá este próximo lunes, y que estará liderado por el Departamento que dirige Bingen Zupiria.
Una noche de "caza"
En torno a lo ocurrido en Hernani, a la secuencia de hechos durante la madrugada del martes, sigue habiendo cierta confusión a falta de un relato oficial. Pese a ello, como corrobora la policía local y algunos vídeos grabados aquella noche, se sucedieron las peleas, en una de las cuales un miembro del equipo de rugby de la localidad recibió un puñetazo en la cara que le afectó a dos de sus piezas dentales. Este incidente previo ocurrido en un establecimiento de hostelería parece ser el detonante que desató una noche de "caza al moro", como denunciaron diversos colectivos.
“Toda persona que vive en Hernani forma parte de esta comunidad, sea cual sea su origen”
El joven fue atendido en el Hospital Donostia, pero ni fue apuñalado ni trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), como se difundió a través de las redes sociales. Se dio por buena la versión de que un joven de la localidad había sido “gravemente” herido por una persona de origen extranjero, lo que desató una sed de venganza, cuando decenas de jóvenes iniciaron una persecución contra el colectivo.
“No se puede negar el origen racista de lo sucedido estos días: porque no se da una respuesta organizada de este tipo ante otro tipo de enfrentamientos. Es más, se están difundiendo mensajes de odio contra personas procedentes de orígenes concretos, criminalizando y poniendo en peligro a toda una comunidad”, subraya el colectivo multicultural Amher, que el martes pasado llamó a una concentración en Gudarien Enparantza, secundada por medio millar de vecinos. Una protesta en la que se denunciaron los ataques ocurridos en la localidad, y advirtieron del daño que hace a la convivencia este tipo de incidentes, que ya contaban con un caldo de cultivo previo.
Otra agresión racista previa
De hecho, el Ayuntamiento de Hernani y la empresa pública Garbitania, que se encarga de la limpieza viaria y de la recogida de residuos de la localidad, habían denunciado otra agresión racista sufrida el fin de semana anterior por un trabajador de los servicios municipales de la localidad. La intervención de varias personas que se encontraban en la zona evitó que el suceso adquiriera tintes más graves.
"Somos conscientes de la difusión de mensajes xenófobos y racistas en diferentes ámbitos de nuestro municipio. Estos mensajes alimentan el discurso del odio y no son aceptables. Es responsabilidad de toda la ciudadanía y de todas las instituciones combatir el riesgo de criminilización de ningún colectivo. El Ayuntamiento continuará y reforzará el camino emprendido para gestionar estas situaciones en colaboración con agentes, vecindarios y otras entidades", aseguraron el Consistorio y la empresa de limpieza en un comunicado enviado a los medios.
El colectivo multicultural Amher dice ser consciente "del malestar que están generando algunos acontecimientos que se han dado en el pueblo. Queremos dejar claro que, sea quien sea la persona que genere problemas de convivencia, no es aceptable y hay que gestionarlo”, señala el colectivo, que hace un llamamiento a la reflexión sobre el modelo de convivencia que se desea. Considera que, ante situaciones complejas, “necesitamos soluciones complejas y estructurales. No queremos un pueblo que se construya en contrariedad y menosprecio hacia los demás”, añade.
Auxiliado por agentes de la Policía Municipal
Con ese preocupante antecedente en el que fue agredido el trabajador arrancaron las fiestas de la localidad. Y tras esa primera trifulca durante la noche de San Juan, en torno a medio centenar de personas, según testigos presenciales, agredieron en la calle a un magrebí que nada tenía que ver con esa pelea anterior.
El varón tuvo que ser auxiliado por agentes de la Policía Municipal, que le dieron cobijo en el Ayuntamiento para evitar que fuera linchado. Los agentes locales, al verse rodeados por una multitud que les impedía acceder a la casa consistorial, se vieron en la necesidad de pedir ayuda a la Ertzaintza, que desalojó la plaza hacia las dos de la madrugada. Entre tanto, otro grupo había comenzado a agredir a otro magrebí.
El discurso antiimigración, que es combustible para la extrema derecha, comienza a contaminar a otras esferas de la sociedad, con el debate de la seguridad ciudadana convertido en uno de los principales problemas que percibe la ciudadanía vasca
Pasadas las 3.30 horas, una nueva llamada de Policía Local volvía a pedir ayuda a la Ertzaintza ya que en el lugar se habían concentrado unas 200 personas que, de manera violenta, trataban de acceder a la casa consistorial, el corazón del casco viejo de Hernani, que a esas horas se encontraba abarrotado de gente.
La Ertzaintza empleó en el operativo recursos de las comisarías de Hernani, Errenteria y Donostia, usando material antidisturbios ante "una multitud que ha tratado de agredir a los agentes y les ha lanzado todo tipo de objetos”, según señaló el comunicado del Departamento de Seguridad. En los altercados, un joven de 17 años fue detenido acusado de un delito de desórdenes públicos.
Una tercera agresión a otro magrebí
Entretanto, según testigos presenciales, otro grupo se ensañó con otro magrebí, el tercero de la noche, al que al que interceptaron en la calle Atzieta y tuvo que ser trasladado al hospital con fuertes contusiones tras ser agredido y lanzado posteriormente a una zona de huertas.
La junta de portavoces del Ayuntamiento de Hernani emitió una nota en la que calificó de “inadmisibles” los graves altercados. En el texto aprobado por todos los partidos de la Corporación, EH Bildu, que gobierna en el municipio, PNV, Elkarrekin Podemos y PSE-EE, manifestaron que “no son admisibles, bajo ningún concepto, las agresiones contra la integridad física de cualquier persona”.
Varios colectivos con presencia en las txosnas aseguraron mediante un comunicado que no tolerarían hechos de esa naturaleza. "Tomando como pretexto algunos altercados previos, sucedieron varios ataques racistas (que sepamos, tres), mediante palizas colectivas y linchamientos. Un altercado o pelea jamás va a justificar ningún ataque grupal".
Asimismo, denunciaron "el ataque de la policía, mostrando nuestro apoyo total a las personas heridas", señaló el comité de las txosnas, que a su vez denunció "los bulos y las mentiras racistas que se expanden con un ánimo interesado, también los que se han extendido en Hernani antes de fiestas. Ante robos y actitudes que cercenan la convivencia, no hay justificación de ningún linchamiento".