DONOSTIA. La actriz palentina Elena Anaya se ha mostrado hoy entusiasmada con su papel de "villana" en "Zipi y Zape y la isla del capitán", secuela del exitoso filme de los traviesos mellizos, de Oskar Santos, ya que "le apetecía mucho ser la mala en una película".

Es más, le parece "un lujo" porque en este momento tiene "cinco películas pendientes de estreno" y todas ellas son "muy bonitas, pero terriblemente duras, difíciles y tristes".

Así de contenta se ha mostrado la protagonista de "La piel que habito", "Lucía y el sexo" o "Una habitación en Roma", durante la rueda de prensa que ha ofrecido, junto al director bilbaíno y el resto del equipo, en el parque de Ametzagaina de Donostia, donde se ha desarrollado la penúltima jornada de rodaje.

"Ha sido una maravilla rodearme de estos niños y disfrutar de ellos durante dos meses y medio", ha comentado la actriz, en alusión a Teo Planell y Toni Gómez, que encarnan a los traviesos mellizos, y al resto de pequeños del reparto.

Anaya ha asegurado que para ella está resultando "una experiencia única y ojalá que repetible" y ha agregado que la señorita Pam a la que interpreta es un personaje "mágico y luminoso".

La consagrada actriz, de 40 años, está disfrutando enormemente con esta película y se ha mostrado satisfecha de haber aceptado el ofrecimiento de Santos, con quien ya trabajó hace "muchos años" en Canadá, en el rodaje de una serie de cortometrajes de miedo, en "una cosa muy 'freaky' y muy loca".

"Me apetecía mucho ser la mala de una película -ha confesado-, me parece un lujo, y poder ser muy cruel".

"Zipi y Zape y la isla del capitán" le ha ofrecido la oportunidad de trabajar en "un registro" inédito para ella, por lo que ha supuesto "un reto y una sorpresa muy agradable".