Madrid - “¿Por qué lleváis esos pelos?, ¿sabéis quién es el Cordobés?”, les preguntaban a los Beatles en su única rueda de prensa en España, hace 50 años. Pero entonces José Luis Álvarez empezó a hablarles de música, y esa fue su llave para que le permitieran grabar aquella noche “el mejor concierto del mundo”.

Fue el 2 de julio de 1965, en Las Ventas, donde justo 50 años después se levantará un escenario para que actúen en el Los Bootleg Beatles, los “sosias perfectos” del grupo de Liverpool, que repetirán incluso su llegada a España, incluido el recibimiento a pie de escalinatas en el aeropuerto. “La historia empieza con la fundación de la revista Fonograma, que hicimos para ayudar a la música española joven a ser conocida, porque no había absolutamente nada en el mercado”, rememora Álvarez (Tánger, 1940). Fue a hablar con un amigo de la Falange, Manuel Cantarero del Castillo, pidió los permisos y se le abrieron todas las puertas. “Era algo hecho por españoles para españoles y jamás tuve un problema de censura”, presume el periodista, que mantuvo la publicación hasta 1969 y la volvió a rescatar en los 90 como marca.

Como segundo de la publicación, que llegó a tirar 20.000 ejemplares, una cifra “espectacular” si se tiene en cuenta que Hola vendía entonces 25.000, tenía a un compañero que estaba en Presidencia del Gobierno, Roberto Sánchez Miranda, y que por su trabajo tenía acceso a toda la prensa mundial. “Roberto fue el primero que se dio cuenta de que los Beatles eran muy interesantes”, precisa Álvarez.

En 1963, un grupo de música de Tánger, los Brisks, le pidió que les representara porque tenían un contrato para actuar en la Feria de Abril y querían que les acompañase. Allí se enteró de que el representante de los Beatles, Brian Epstein (1934-1967), estaba en la ciudad y se puso a llamar a todos los hoteles hasta que le encontró, le propuso una cita y él aceptó porque le conocía. “Fue una sorpresa enorme. Conocía Fonorama y le gustaba, porque no insultaba a sus chicos y solamente hablaba de su música. Le pregunté que si vendrían a España en la minigira que estaban haciendo por el sur de Europa y me dijo que no, pero también quiso saber si, en mi opinión, triunfarían aquí”, rememora.

A Epstein no le cuadraban los datos, porque, argumentaba, que el mismo disco que vendía en EEUU 1,2 millones de copias, en el Reino Unido, 700.000 y en Alemania 500.000, en España solo despachaba 3.800. “Claro, es que en España solo hay 1700 tocadiscos, es decir, que al menos 2.100 chicos los ponen en las 10.000 fiestas que hay cada fin de semana en las casas. Se quedó muy impresionado y luego preguntó a más gente, entre ellos al mánager de Aznavour y Dietrich, Paco Bermúdez, al que convocó a Inglaterra y allí firmó el contrato”.

Medio camuflados Álvarez se preparó para el “advenimiento” y tenía pensado recibirles en Barajas con cientos de jóvenes montados en camiones pero le advirtieron que no lo hiciera, “porque lo mismo había movimientos de izquierdas que querían aprovecharlo”. Pero él sí fue y les vio cuando salieron, “medio camuflados”, por el pasillo interior de Salidas Nacionales. De allí se fue a la rueda de prensa, que daban en el hotel en el que se alojaron, el Fenix, y tardó un rato en poder entrar porque no tenía carné, hasta que Epstein amenazó con llevarse a sus chicos si no le dejaban pasar.

“Era vergonzoso, porque los periodistas no sabían quiénes eran los Beatles ni nada de nada. Que si por qué esos pelos, que si os gustan las españolas, que si sabéis quién es el Cordobés...” Dijeron que no darían entrevistas, pero sus preguntas sobre música en aquella rueda de prensa le abrieron las puertas de su habitación y estuvo “toda la tarde” hablando con Paul McCartney. “Les pregunté si podía grabar el concierto con mi magnetofón Grundig. Me dijeron que sí a condición de que se comprometiera a no usarlo en 25 años”, y así lo rubricaron en un contrato privado. Lo puso al lado de los bafles, “mondos y lirondos”, pero asegura que el sonido es de desmayarse: “Es extraordinario, el mejor del mundo”.

Pasados 25 años intentó darle salida oficial pero no obtuvo respuesta de los interesados y ahora se ha decidido a hacerlo pese a las “amenazas” de Apple y Universal. “Los fans están como locos porque es increíble. El disco está hecho y se venderá, a 30 euros, el día 2 a las puertas de Las Ventas y, “quizá”, en la FNAC y el Corte Inglés, afirma emocionado.