Ayer casi todo el mundo habló de Manuel Pertegaz. Aunque finalizando el soporífero mes de agosto, en que aún muchos continúan o van rematando sus vacaciones, el nonagenario -pero de impecable talento- modisto, nacido en Teruel y sin embargo internacional, deja una huella tan inevitable en el mundo de la moda que hasta muchos políticos tuvieron palabras para él. Un Ion Fiz emocionado resaltaba la fuerza de su mentor, que era “grande, grande”, mientras Modesto Lomba consideraba “irreparable” la pérdida de “un gran maestro” de “vitalidad y energía desbordante”. Por su parte, los actuales reyes españoles enviaron ayer telegramas de pésame a su familia, destacando el “carácter innovador” y la “excepcional maestría” de Pertegaz.

Quién diría que este turolense, nacido en 1918 y que brilló desde Barcelona con sus elegantes e inagotables creaciones, durante décadas, comenzó trabajando en una tienda gracias a un anuncio publicado en el periódico, para más tarde pasar a la barcelonesa sastrería de Angulo, en donde se abría una pequeña sección de mujer. Allí descubrió que lo que de verdad le atraía era el mundo de la moda femenina y empezó a practicar con éxito para las amigas y mujeres de su familia.

En 1942 abrió su primera casa de costura en Barcelona, donde presentó su primera colección de Alta Costura, y en 1948 abrió su primer establecimiento en Madrid. Su éxito se extendió por toda la península y cobra carácter internacional, exportando sus trajes a Inglaterra, Suiza y Canadá. Sus colecciones se presentan en El Cairo, Venecia, Londres, Santiago de Chile y Copenhage, y, antes de ser galardonado en 2009 con el Primer Premio de Diseño de Moda, por el Ministerio de Cultura, presenta colecciones en Nueva York, Filadelfia y Atlanta, y recibe Medallas de Oro en El Cairo, Berlín, Boston, Madrid...

Creador de perfumes, más tarde de relojes y joyas, así como de complementos, Pertegaz fue tejiendo su reconocimiento internacional embelleciendo a estrellas como Joan Crawford, Ava Gardner, Jacqueline Kennedy o Audrey Hepburn , y siendo premiado desde México y Brasil hasta Japón. En 2004 el Museo Reina Sofía realiza una exposición retrospectiva, coincidiendo con un Libro-catálogo editado por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales. Ese año le conceden la Aguja de Oro y en 2005 el Palau Robert de Barcelona presenta una retrospectiva del creador.

etéreas y elegantes Modisto de las mujeres con más poder, pasa a la historia por diseñar a la mujer etérea, natural, estilizada y elegante. Dio su última clase magistral con una creación inspirada en la personalidad de Letizia Ortiz, a la que enfundó en uno de sus característicos trajes de novia.

Los 96 años de vida del modisto, más de 70 dedicado a su pasión, dejan abierto un universo inabarcable de trabajos únicos, precisos, de marcado carácter personal que complica, hasta para su sobrina y heredera Sionin Caus Pertegaz, elegir una pieza. “Es un artista, pero sobre todo un profesional que buscaba la perfección”, definió ayer.

Sionin queda al cargo junto a sus hermanas del imperio Pertegaz, heredando también su filosofía de vida: “un hombre de energía desbordante que, casi a los cien años, seguía en plenitud de facultades y diseñando sus obras”, según Lomba. Fiz, que trabajó con él en su taller barcelonés, destaca su energía, su perfeccionismo y la elegancia y sutileza con la que cosía las prendas. El PSC y el Partido Aragonés brindaron por su “innovación y dedicación”, mientras el ministro Wert tradujo su trabajo en “elegancia”. Un mal catarro y muchos años han detenido al mago de la aguja.