donostia - Los visitantes del Museo San Telmo podrán sentirse como si estuviesen paseando por un bosque a partir de ahora. La exposición Paisaje escindido, del fotógrafo alemán Alex Hütte (Essen, 1951), está compuesta por 17 obras de gran formato tomadas en lugares de todo el mundo, desde Ecuador, Noruega y Alemania, hasta la selva de Irati, pasando por parajes como Aranjuez. La muestra, que se expuso por primera vez en A Coruña y en esta ocasión ha sido adaptada al museo donostiarra, es una reflexión sobre el trabajo del autor en relación con la historia de la pintura, y estará abierta al público hasta el 28 de septiembre.

Aparte de hacerse eco de la cultura de Euskal Herria, San Telmo Museoa también tiene lugar para artistas internacionales. Alex Hütte pertenece a una generación extraordinaria de fotógrafos formada en la Kunstakademie de Düsseldorf en los años setenta que revolucionaron el arte de la fotografía. Si bien es cierto que la fotografía responde a un modelo científico de la representación, también, como dijo Man Ray, hay fotógrafos con visión de pintor. Hütte es uno de ellos, ya que hace fotografías semejantes a cuadros, donde prevalece la imagen y la emoción visual.

reinvención de paisajes El comisario de la exposición, David Barro, definió la obra de Hütte como una “fotografía calculada, que busca lo sublime pero sin perderse en lo romántico”. Además, agregó que el alemán retrata “una realidad que nace de una reflexión” y, a su juicio, “no inventa ningún paisaje pero, al mismo tiempo, lo reinventa”. “En sus obras desaparece el horizonte y todo el espacio es frágil”, continuó, para añadir que una de las características de las fotografías del autor es que los paisajes están ahogados, ya sea por el cielo o la niebla. “En estas imágenes hay tensión entre ver y no ver”, agregó.

El protagonista, Hütte, por su parte, definió su fotografía como “algo que mantiene los espacios para que perduren en la imaginación”. Y es que en opinión del alemán, la verdad está en los ojos del espectador, ya que considera que “los espectadores son tan importantes como la intención del fotógrafo”.

fotografía inédita de irati “Estos días estoy recorriendo Euskal Herria y en una de las excursiones me encontré con una iluminación verde”, dijo el autor a la hora de hablar del bosque de Irati, lugar del que expone una fotografía inédita en San Telmo. “Pensé que ese paisaje quizá podía ser parte de algo que había hecho antes”, apuntó refiriéndose a la exposición que ofrece en el Museo San Telmo. Esta imagen, según afirmó el comisario, Barro, “homenajea esta zona geográfica y además divide el espacio que tenemos en el museo”.

El fotógrafo alemán quiso subrayar que su trabajo a la hora de inmortalizar estos paisajes no es tan fácil como llegar a un lugar y sacar una foto. “En Irati, por ejemplo, me pasé muchas horas metido en el agua, que estaba muy fría, y no sabía distinguir la temperatura de mis piernas de la del agua”, recordó Hütte. Sin embargo, por otro lado, dijo que “es bueno que no se vea el trabajo que tiene detrás, ya que toda esa labor va dirigida a una construcción de la realidad”. En cada caso, busca la historia que tiene detrás. “En Aranjuez, me sorprendió todo el agua que había, por lo que quise trabajar con los reflejos del sol en el agua”, explicó como ejemplo.

Aunque la exposición estará abierta en el horario habitual del San Telmo, los sábados se ofrecerán visitas guiadas, a las 12.30 horas en euskera, y a las 17.30 horas en castellano, por tres euros (entrada aparte).

Alex Hütte (Essen, Alemania, 1951). Discípulo de Hilla y Bernd Becher, Hütte forma parte de una generación extraordinaria de fotógrafos como Candida Höffer, Thomas Ruff y Andreas Gursky, formados en la Kunstakademie de Düsseldorf en los años setenta que revolucionaron el arte de la fotografía. Su obra forma parte de prestigiosas colecciones como las del Centre Georges Pompidou de París, la Fundación Jumex en México D.F, la Hamburger Kunsthalle en Alemania o el Museo Reina Sofía de Madrid.