Síguenos en redes sociales:

Muere Shirley Temple, la niña más famosa que Papá Noel

La antigua estrella infantil falleció en California a los 85 años Al margen del cine, desempeñó una larga carrera como diplomática en gobiernos del Partido Republicano

Muere Shirley Temple, la niña más famosa que Papá Noeln.g.

nueva york - La que fue niña estrella de Hollywood Shirley Temple falleció ayer a los 85 años por causas naturales, según fuentes familiares citadas ayer por la BBC.

Murió a los 85 y solo sus primeros cinco años de vida fueron en el anonimato. Shirley Temple, la primera gran niña prodigio de Hollywood, vio rota su infancia a los seis cuando fue a ver a Papá Noel a unos grandes almacenes y este le pidió un autógrafo. Y tras alegrar a todo un país durante la Gran Depresión, luchó con el mismo ahínco en su edad adulta en una dilatada carrera diplomática. "Siempre me consideré en la misma categoría que Rin Tin Tin. La gente necesitaba algo con lo que alegrarse y se enamoraron de un perro y de una niña pequeña", diría años después con ironía. Su carisma, su vis cómica, su prodigiosa habilidad para el claqué, sus 56 tirabuzones atusados uno a uno por su madre y títulos como Ojos cariñosos (1934), La pequeña coronela (1935) o Rebecca, of sunnybrook farm (1938) cimentaron un estrellato que le hizo ganar un Oscar en miniatura en 1935. Era el agradecimiento de una industria que encontró en ella la gallina de los huevos de oro, pero que nunca se molestó en preservar su inocencia. "Cualquier estrella puede ser devorada por la adoración humana, destello a destello", diría. Pero quizá porque no tenía el mismo talento para la madurez interpretativa como una Judy Garland que acabaría enganchada a las pastillas o una Elizabeth Taylor dada al alcohol, Temple evitó caer en el síndrome que anticipaba una de sus películas Pobre niña rica y supo rehacer su vida al margen de las pantallas.

Secundaria Así, poco a poco fue relegada a papeles secundarios y, tras pasar por algunos programas de televisión, dio por terminada su carrera y se hizo miembro del Partido Republicano de EEUU. En 1967 se presentó, sin éxito, a las elecciones, pero Richard Nixon la tuvo en cuenta y la nombró para la delegación en las Naciones Unidas. Ya había dejado de ser la cándida Shirley Temple y, tomando el apellido de su segundo marido -el político y empresario Charles A. Black-, pasó a ser la férrea conservadora Shirley Temple Black. En 1974 ejerció de embajadora de los Estados Unidos en Ghana, en 1976 fue la primera jefa de protocolo de la Casa Blanca y, ya en 1989, George Bush la designó embajadora de su país en Checoslovaquia. Tras el cine y la política, su tercera batalla fue, desde 1972, la salud. Aquel año le fue extirpado un pecho y, desde entonces, se erigió como apoyo moral para todas las mujeres en su misma situación. Además, fue fundadora de una Federación Internacional para combatir la esclerosis, y en 1988 publicó el primer volumen de su autobiografía, titulado, como no podía ser de otra manera, Child Star. Diez años más tarde, apareció en el 70 cumpleaños de la Academia de Hollywood y, desde entonces, había dosificado sus apariciones públicas en pos de una vida tranquila y familiar en una casa al norte de California.