Vamos a hacer un ejercicio de agudeza visual. ¿Alguno puede decir qué tienen en común el locutor estadounidense Larry King, el músico Paul McCartney o el personaje cómico Steve Urkel, entre otros? (tic, tac, tic, tac...). ¡Los tirantes! Esas correas elásticas de tela, que giran sobre los hombros para sostener el pantalón y que se enganchan a la prenda con clips y botones, cambian de género y se imponen para esta primavera. El sustituto del cinturón salta de armario para refinar, crear una imagen visual caballeresca con clase y estilizar a la mujer. Proveniente de la Inglaterra industrial del siglo XIX, es un elemento que nunca ha dejado de estar en boga, en círculos juristas y empresariales, como signo de estatus.

Usados caídos por los hombros, o con un tirante cruzado y combinados con faldas, pantalones de talle alto o a la cintura, todo vale con este complemento versátil y económico que ya impera en los photocall, pasarelas y alfombras rojas. No solo agujas de renombre como Givenchy, Rodarte o Max Mara los introducen en sus últimas colecciones, el universo Zara ya los tiene en una versión más asequible para todos los bolsillos.

En sus dos versiones, bien con ojales que se ajustan con botones o con pinzas, que se enganchan directamente a la cintura del pantalón, hay que amoldarlos a tu medida, a tu altura y a tu gusto, sin que resulten incómodos. Y nunca cometer el error de usarlos a la vez que el cinturón, porque corres el riesgo de llegar a decir: "¿He sido yo?".