Donostia. Cuando en 1977 publicaron el libro Los topos, los periodistas Manu Leguineche y Jesús Torbado acuñaron el término topo en alusión a aquellas personas que tras la Guerra Civil se ocultaron para permanecer a salvo de la represión franquista. Algunos vivieron escondidos durante tres décadas; de ahí el título del filme 30 años de oscuridad, de Manuel H. Martín, que cuenta con producción vasca (Irusoin) y fue proyectado en el día de ayer.

La cinta recoge la historia de algunos de esos personajes -la investigación de Los topos recogía 24 casos aunque se documentaron "cientos de ellos" en toda España como Juan Hildago o Saturnino de Lucas- pero se centra especialmente en la figura de Manuel Cortés, alcalde del pueblo malagueño de Mijas antes de que estallara la guerra. Cortés, que hasta la amnistía de 1969 vivió oculto en diferentes habitáculos, ya había protagonizado un libro anterior, Escondido (1972), escrito por el historiador e hispanista británico Ronald Fraser, fallecido en febrero de este año. Él, Torbado, la nieta de Cortés y miembros de asociaciones para la recuperación de la memoria histórica aportan sus recuerdos y opiniones a este curioso "híbrido entre documental y novela gráfica".

Las citadas entrevistas se van alternando con dibujos levemente animados a través de una técnica conocida como motion-comic que, en opinión del director, hace que la propuesta resulte "muy cercana" al espectador. El "mayor reto", aseguró el guionista Jorge Laplace, era "convertir en película la historia de un tipo que pasa encerrado 30 años". La solución consistió en utilizar recursos propios del cine de género en la narración -"hay diferentes actos, clímax, etc."- y en hacer que Juan Diego y Ana Fernández prestaran sus voces en off y su parecido físico a los dibujos de Cortés y su mujer, Juliana Moreno, "tan protagonista como él". Porque la de los topos es "una historia de hombres que no habrían salido adelante sin sus mujeres", que mantenían la tensión de estar fuera, debían inventar mil trucos para disimular y sacar adelante a toda la familia. Laplace y Martín mostraron su sorpresa ante el hecho de que nadie haya llevado antes a la pantalla esta historia, tocada por el cine solo tangencialmente: "Conocemos a los maquis o a los exiliados, pero los topos, esa gente que tanto sufrió, han sido grandes olvidados de nuestra Historia".