Amparo Sánchez está inmersa en una gira que le traerá este viernes a Bergara, donde presentará su disco ‘Ritual sonoro’

¿ Cómo está siendo la gira de este año?

Con motivo del decimoquinto aniversario del disco Tucson-Habana, tengo entre manos unos proyectos y unas fechas interesantes. A la vez, ha coincidido con mi último lanzamiento, Ritual sonoro, que vio luz el pasado noviembre. Una producción conceptual muy acústica, muy auténtica. Está siendo un año muy interesante. Tenemos conciertos la próxima semana. En noviembre estaremos del 3 al 23 en una gira bastante extensa por diferentes lugares en Europa, con nuevos colaboradores, Willy Fuego entre otros. 

¿Qué esperan del concierto de Bergara?

Iré acompañada de dos guitarristas, Willy Fuego y Quini Almendros, un guitarrista granadino que fundó el mítico grupo de los ochenta Malaguardia. Estos dos músicos también cantan, hacemos coros juntos, y tenemos un repertorio muy especial. Repaso toda mi trayectoria solista. Tocamos temas muy intimistas, donde me hago vulnerable, algo a lo que la gente tal vez no esté tan acostumbrado. Pero en el concierto también habrá momentos de interacción, baile, canto y celebración; como su nombre indica, es un ritual.

¿Cómo intentaría resumir su carrera musical?

Algo que me ha caracterizado toda mi vida es que siempre he estado haciendo cosas, siempre mirando hacia adelante, nunca hacia atrás. Ahora, me he propuesto valorar, recordar y compartir estos 30 años. Por un lado, estoy preparando una exposición. Una productora quiere hacer un documental acerca de mi trayectoria. Tengo que preparar conciertos para 2027, por lo que este año y el que viene estarán cargados de trabajo. Diría que en mi carrera siempre he sido sincera conmigo misma, fiel. Nunca he ido buscando lo fácil, todo lo contrario. Me gusta arriesgar, me gusta investigar, atreverme. Mi público puede tener claro que he ido compartiendo lo que he ido sintiendo, siendo coherente conmigo misma. Con esa inquietud de seguir aprendiendo que todavía tengo y no va a desaparecer. Pienso que me queda muchísimo por aprender y mejorar como intérprete, compositora, instrumentista...

Volviendo a los aniversarios, se cumplen 15 años del disco 'Tucson-Habana'. ¿Qué guarda en la memoria de ese disco y de esa época?

En el disco Tucson-Habana hay varios temas. Por un lado, mi atrevimiento para hacer un álbum muy diferente a lo que venía haciendo y que me funcionaba. Aún así, opté por una propuesta totalmente diferente. Otra parte de mí, más cantautora, mostrando otra parte de mi creatividad. Recuerdo mi valentía, o inocencia, no lo sé. También recuerdo la buena respuesta que tuvo el disco por Europa. Fue impresionante. Las críticas, las giras, cómo alabaron ese álbum. Y aquí en mi país pasó un poco de puntillas, desapercibido. Incluso se me condenaba que ya no era la reina de la fiesta y de la alegría. Fue una gran lección. Ahora que han pasado 15 años, escucho el álbum y me parece que es una pasada. Como oyente, me lo pongo y digo: “Qué bonitos sonidos, arreglos y temas tiene este disco”. Incluye unas colaboraciones de lujo, y creo que no va a pasar de moda. Se quedará como un clásico, al menos para mí lo es. Estoy muy orgullosa de ese trabajo.

Hizo una visita al movimiento zapatista en 2001 a México. ¿Qué significó para usted?

Fue un momento en el que estábamos viviendo lo que sucedió en la Batlle For Seattle, el primer Foro Social Mundial en Porto Alegre. Había una creencia en la que otro mundo era posible, el mundo que merecemos. En el movimiento zapatista me encontré con un ideario y unos valores que tienen mucho que ver conmigo. Me llevan a una sabiduría mucho más ancestral, que es la de los pueblos originarios, de donde ellos provienen. Nuestra unión sigue, mi admiración por ellos sigue, y considero un movimiento muy creador y muy esperanzador para el contexto en el que vivimos a nivel de humanidad. 

Hablando de humanidad, ¿cómo ve el mundo actual?

Es complejo hacer un análisis en breve. Creo que es muy importante tomar consciencia de a qué le dedicamos atención. Dedicarle demasiada atención a todos los conflictos que hay actualmente hace daño a tu propósito, de alguna manera, te hace sentir pequeñito.  Creo que hay que tener información, pero dosificarla, porque todo está tan guionizado, tan revuelto, hay tantos intereses que se nos escapan… Creo que hay que estar ahí para sumar, para aportar nuestro granito de arena en todo lo que nos toca y en todo lo que sentimos que podamos colaborar de alguna manera, pero sin dejar de lado nuestro propósito en esta vida y y nuestra atención a cosas hermosas que pasan cada día. Todos los días pasan cosas hermosas en el mundo, pero no se les da publicidad. 

Teniendo en cuenta su larga carrera y todos los cambios en cuanto a géneros musicales, producciones… ¿cómo ve todas estas novedades musicales?

Hay cosas muy interesantes a nivel musical. Ya no dependemos de las grandes compañías musicales de antes, donde si no te fichaba una compañía no eras nada, ahora podemos montar nuestro propio camino. Yo monté Mamita Records, mi sello, cuando me di cuenta de que para ser libre y para poder hacer lo que yo quisiera y apoyar a gente interesante necesitaba tener mi propia plataforma. Ahí he puesto todo mi empeño.

Un lugar cercano para desconectar

La Guardia en Salobreña

Un viaje inolvidable

Grecia y Nueva Zelanda

¿A dónde iba de vacaciones cuando era crío?

A Salobreña y Torrenueva

Canción del verano

Va por años, este año sería Que no nos falte de ná de Amparanoia

Comida y bebida favorita

Espeto de sardinas y vino blanco fresquito

A qué fiesta acude siempre 

En verano suelo estar tocando, así que voy a las fiestas donde tengo concierto, ninguna en particular que me obligue a bloquear una fecha, pero intento ir a los cumpleaños de mi gente querida

¿Ha hecho nudismo? 

Si. hace muchos años

Su primer trabajo de verano.

Con 18 años me fui a Casablanca a cantar en la sala Villafandango

¿Cuál fue su primer amor de verano?

Alguien de la pandilla de verano, era un amor infantil

¿Dejaba algo para septiembre? 

No, aprobaba todo y los veranos en mi infancia los vivía intensamente

Viendo los proyectos innovadores en los que está trabajando: La Azucarera, el Festival Granada 100% mujer. ¿Esto le hace seguir, como dice en el documental 'Somos viento'?

Son proyectos que me gustan tanto que no me cuesta. Aprendo mucho. Además, no lo hago sola, tengo un equipo que me ayuda a construir todo esto, y sin todas esas personas no podría hacer todo lo que hago. En el caso de la Azucarera o el Festival 100% mujer concretamente, es algo que como mujer y artista necesito promover. Seguimos todavía cobrando mucho menos que nuestros compañeros. Es algo que siento cierta responsabilidad, promover y difundir el valor de las mujeres, denunciando con un cien por cien de porcentaje.

Hablando de aniversarios, en 2027 se cumplirán 30 años de Amparanoia. Sabemos que tiene un proyecto entre manos. ¿En qué proceso está?

Por un lado, estamos preparando una exposición, para mostrar estos 30 años de una manera muy auténtica. Vamos a hacer un recorrido de esos 30 años. Dicha exposición irá por distintos lugares, será itinerante. Madrid, Barcelona, y Granada serán unos de esos lugares, sitios que han marcado mi carrera. Por otro lado, hay una productora que está preparando su propuesta de hacernos un documental. Por mi parte, quiero hacer unos directos bastante chulos para celebrar los 30 años bien arriba. Al principio esas son las tres acciones, pero el catálogo será más extenso, será más bien un libro escrito por mí, repasando todas las etapas. Se viene un año muy fuerte, ya hemos empezado a preparar todo, y 2026 seguirá por el mismo camino. Seguir preparándonos para el aniversario 30 del 2027.

 ¿Qué diría a aquellas personas que quieren triunfar en la música?

Cada caso tiene sus cosas, por lo que dar consejos es difícil. A nivel general, a quien ame la música o tenga una conexión con la música, le diría que la música siempre te da mucho más de lo que tú le das a ella, es una diosa. Es muy agradecida, tú le dedicas tiempo a aprender, y ella te lo devuelve con mucha satisfacción. La música es algo que nos hace sentir más vivos, más humanos, más unidos. Es una gran responsabilidad dedicar tu vida a ello. Quien sienta esa conexión, que también asume la incertidumbre que hay detrás, porque la hay, como la hay en la vida en general, porque todo puede cambiar de un día a otro. Aprender a vivir con esa incertidumbre económica y laboral, pero que aprendan a vivir disfrutando, porque la música siempre te va a responder, siempre te va a devolver. Y si no puedes dedicarte a ello profesionalmente, no hay que olvidarla ni apartarla nunca, y debe estar presente en tu reunión de amigos, familiares… La música siempre tiene que estar ahí, hay que tocarla, sentirla y vivirla. Profesionalmente, todos los caminos tienen sus pros, sus contras, sus obstáculos, pero es un camino maravilloso, que sirve para conocerse a uno mismo, y para conocer el mundo.