"El fichaje de Antonio Lobato, que cuenta las carreras de Fórmula 1 desde la irrupción de Alonso, suceso que nacionalizó nuestro interés intermitente anterior, presagiaba el peso que la retransmisión va a tener en la parrilla de la cadena privada. La adquisición de los derechos en la puja, no debería justificar excesos tan abrumadores como el del domingo. De seguir esa línea, cuando Alonso gane la primera carrera tendremos que consagrarle la programación completa y a lo mejor hasta obligar a Lobato a reproducir el beso de Sara Carbonero. Nos tememos hasta dónde puede llegar la euforia. La tele es un negocio, sí, pero también el presidente de la Coca-Cola a veces a sus hijos les da un vaso de agua".
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