Aquella obra literaria que habla sobre sí misma o sobre su género es de metaficción. Quien lea las primeras páginas del último trabajo de Naoki Urasawa, Billy Bat -comercializada por Planeta DeAgostini y de la que este mes se ha publicado su cuarto volumen-, podría pensar que se encuentra ante un cómic con claros tintes de esta característica literaria.

Los dos primeros capítulos de la historia se centran en Billy, un murciélago antropomorfo que trabaja como detective privado. El relato cuenta con las características propias del género negro de mediados del siglo pasado: desde una voz narradora del propio protagonista, pasando por una femme fatale y por la persecución sistemática del comunismo, hasta un caso que no parece ser lo que aparenta. Pero la obra de Urasawa tampoco lo es.

Tras las primeras páginas en las que se presenta al roedor, se descubre que todo lo que se ha leído pertenece a una obra dentro de otra obra. La historia de Billy Bat no es más que el cómic dibujado por el verdadero protagonista del relato: Kevin Yamagata, un japonés-americano que tras servir en Japón como traductor para el ejército de Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial, termina por convertirse en un famoso dibujante que ha logrado el éxito en EEUU gracias a su trabajo más famoso, Billy Bat. Por lo que el título del cómic de Yamagata es el que da nombre al trabajo de Urasawa. Ficción dentro de la ficción. Tanto es así que el propio murciélago, en ocasiones abandona las páginas del cómic y se le presenta a Yamagata para hablar con él, aconsejarle e, incluso, dictarle qué es lo siguiente que debe dibujar.

En este punto comienza la verdadera historia. Yamagata descubre que ese personaje que ha creado, ese murciélago que tanto gusta a la gente, no es fruto de su imaginación, sino que lo ha plagiado sin querer. Deseando descubrir cuál es el origen de la idea, de dónde la copió inconscientemente, el japonés-americano retorna a Japón. Y allí, como si de una historia del propio detective murciélago se tratase, se ve en vuelto en una serie de asesinatos de los que él, sin quererlo, es el principal sospechoso.

'Billy bat': Revisionismo histórico

Urasawa parece vivir fuera del tiempo presente. Sus últimas obras comercializadas en el Estado, Monster¸ 20th Century Boys y su secuela 21st Century Boys, así como Pluto -basada, a su vez, en el cómic Astroboy de Osamu Tezuka-, coinciden en varios puntos. Por un lado, todas, al igual que Billy Bat, se enmarcan dentro del género del suspense. Otra de las características habituales es que las historias no se sitúan en el presente y cuentan, además, con saltos temporales narrativos que abarcan varias décadas.

Monster, por ejemplo, se sitúa en los difíciles años de unificación de las Alemanias del Este y del Oeste. En cuanto a 20th Century Boys y 21st Century Boys, la historia se inicia en el año 1973 y concluye casi medio siglo después, dejando entre medias casi 4.000 páginas llenas de intriga.

En Billy Bat la narración principal comienza a finales de la década de los 1940. Son años duros de pobreza para Japón, en el contexto de la posguerra. En esta época tuvo un gran peso la publicación de La nueva isla del tesoro, de Osamu Tezuka -conocido popularmente como el dios del manga-, que sirvió de revulsivo para el desarrollo del cómic en el país del sol naciente. Todos estos asuntos también se tratan en la obra de Urasawa.

No obstante, el relato no se queda inmóvil. La historia viaja adelante y atrás en el tiempo para revisar hechos históricos relevantes de la humanidad. Y es que el murciélago detective tiene una base real. El relato muestra cómo muchos acontecimientos han estado influenciados por dos figuras muy parecidas al murciélago que dibuja Yamagata. De esta manera, la traición de Judas a Jesús, la predicación de San Francisco Javier por Japón, el asesinato de Kennedy y la llegada del hombre a la Luna, entre otros, serían hechos tras los que estarían un par de murciélagos, que son considerados como dioses o demonios y que son los que motivan el avance de la Historia. Urasawa abandona, en ocasiones, el relato principal de Yamagata y su búsqueda, y entra al detalle para revisar los hechos pasados. En este punto, lo que había comenzado sobre una reflexión sobre el cómic se mezcla con lo sobrenatural.

La inocencia del héroe

Otra de las características que comparte esta obra con anteriores de Urasawa es la del protagonista con unos fuertes valores y una gran inocencia que se encuentra, aparentemente, en medio de una trama que le viene grande.

En Monster el personaje principal es un neurocirujano que pone por delante a los pacientes antes que cualquier otra cosa. Este hombre es acusado de unos asesinatos que ha cometido un paciente a quien salvó la vida. En cuanto, 20th Century Boys y 21st Century Boys al personaje principal, una exestrella mediocre del rock, se le responsabiliza de una serie de atentados contra la humanidad, cuando su objetivo es el de salvar el mundo de la amenaza de un verdadero terrorista.

En Billy Bat el personaje principal debe huir de la Policía y descubrir el misterio que se esconde tras el murciélago y asumir el papel del héroe que le ha sido asignado. Lo que comenzó siendo, de manera aparente, una relato de metaficción, se transformó en un thriller policíaco para finalmente adquirir tintes sobrenaturales.