Donostia. En 1996 la galería Arteko abrió sus puertas en el barrio donostiarra de Gros. En 2004 inauguró su taller, que facilita la incursión de niños y jóvenes de entre 7 y 18 años en la teoría y la práctica del arte contemporáneo. En su décimo aniversario, en 2006, estrenó una nueva etapa en un espacio de 180 metros cuadrados. Y en 2011 ha introducido una nueva novedad: Arteko Factoría.
"El arte es fundamental en nuestras vidas", sostiene Cristina de la Fuente, alma máter de Arteko y de todos sus movimientos. La galería donostiarra ha preservado la sala que da a la calle Iparragirre y el espacio de las proyecciones e instalaciones para su tarea de difusión del arte contemporáneo, pero desde hace quince días aprovechará la otra sala para adecuar algo que se asemeja mucho a la tienda de un museo. "El espacio de la galería es muy grande y para dinamizar el arte con nuevas fórmulas y adecuarse a los tiempos se me ocurrió -coincidiendo con la exposición Expolio egipcio de la donostiarra Pepa Ugarte y el tolosarra José Llanos- dividir el espacio", explica De la Fuente.
En lo que ha bautizado como Arteko Factoría se pueden localizar objetos diseñados por artistas, ediciones de grabado, joyas de autor, catálogos, postales, cuadernos especiales de artistas, papelería, textiles y, por supuesto, piezas artísticas.
"Lo hemos denominado Arteko Factoría porque en el futuro pretendemos que sea una fábrica de producción artística de objetos de uso cotidiano y complementos", avanza. Además, ha incorporado "una línea de velas, las baobap, exclusivas en Donostia, que se realizan artesanalmente en África, exhalan aromas especiales, que se sitúan fuera de lo artístico pero que creía que podían encajar", reflexiona la galerista, que se muestra "muy contenta" con esta "nueva forma de abordar el espacio". "Continúo con el proyecto de galería, seguiremos yendo a ferias y haciendo intercambios, pero nos hemos diversificado y eso suma puntos", resume satisfecha.